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El Hércules firma su mejor vuelta en años en la peor categoría

El proyecto protagoniza una reacción notable y se sobrepone con juego y unidad a la crisis de resultados - Bikoro, el futbolista más sobresaliente

Bikoro festeja su tanto de la victoria frente al Intercity. ALEX DOMINGUEZ

Los balances definitivos, al final. Todo el mundo coincide, más todavía quienes los sufren. Caer al sótano del fútbol, entre otras sutilezas, agudiza la perspectiva. Obliga a pensar, a reconfigurar, a entender a patadas que lo siguiente, si nada cambia, es la extinción en el lodazal. El Hércules de la familia Ortiz ha cometido infinidad de errores, solo hay que ver el devenir de la entidad en las dos últimas décadas para hacerse una idea bastante fiel. Pero , y esto es capital, también ha sabido tragarse buena parte del orgullo y romper con su seña de identidad.

Gracias a eso, por primera vez en mucho tiempo, el proyecto no se ha reducido a astillas con un solo hachazo, el primero. Nadie ha cuestionado a nadie en público. Todas las imágenes que se han dado han sido de unidad, de apoyo, de confianza en la inversión, en las propuestas deportivas, a todos los niveles, en todas las estancias. Solo hay una categoría en la que el Hércules no esté obligado a ganar, en las demás, siempre parte como favorito aunque no quiera, aunque no se lo haya merecido, aunque le perjudique sobremanera.

Esa presión pesa, casi aplasta. Por eso hay que poner en valor la escalada que ha firmado el equipo en la primera vuelta, la que le ha llevado de mirar de reojo al descenso en la décima jornada, a liderar el grupo como campeón de invierno. El éxito, incluso el ficticio, reúne a muchos autores, no todos veraces. Lo que ha aprendido Sergio Mora en su primer intento para ganarse la vida como entrenador es que saberse quitar del centro del foco cuando sus ideas funcionan resulta prioritario, y al revés.

El capitán, Raúl Ruiz, se besa el escudo tras marcar en El Ejido. Carlos Barba

El técnico, un mediocentro excelente como futbolista, salió reforzado del ultimátum velado del duelo con el Real Murcia. Esa tarde, con todo en contra, con el bloque desfigurado, tambaleándose, con el destino del club pendiendo de sus decisiones, acertó. Siempre hay un punto de inflexión, y el suyo lo marcó la recomposición de la defensa y el cambio de roles dentro de un 4-1-4-1, flexible en ataque, que se convierte en 4-4-2 compacto cuando toca apostar por la presión y el contragolpe.

El Hércules de Mora echa de menos a un catalizador, un organizador valiente al que la pelota no le queme, que dinamice la circulación. No lo tiene. Estuvo tentado un tiempo de quejarse por ello públicamente, pero se dio cuenta rápido de que eso no beneficiaba a nadie, ni a él ni al grupo.

Ha encontrado el modo, con los buenos perfiles de los que dispone para la categoría en la que compite, de ser relevante en las dos áreas, la única forma de lograr eso tan peregrino que es jugar bien al fútbol. Con Mora han explotado Bikoro y César Moreno, y seguro que no por casualidad. Ha apostado por los que mejor se ajustaban a su ideario sin importarle la edad, ha mejorado la defensa y ha conseguido que, por primera vez en años, el Hércules viva un «mejor momento»... aunque sea en la peor categoría.

El objetivo sigue viéndose muy lejos, pero está 17 partidos más cerca. Creer en la labor de alguien generalmente ayuda, hacerlo sin malgastar, ajustando precios sin renunciar a la exigencia es un milagro. Los héroes son efímeros, el legado es lo que vale. Ningún club logra nada realmente crucial sin que todas las parcelas sumen. Todas.

Raúl González, orgulloso del emblema. Jose Navarro

Raúl González es el único futbolista que ha jugado en todos los partidos

Trabajador infatigable, su generosidad en el esfuerzo no pasa nunca desapercibida. No tiene galones de titular, sin embargo, es fundamental para Sergio Mora, que apoya sobre su espalda buena parte de la tensión colectiva que exige al equipo para presionar. Raúl González es un delantero que no se deja nada cuando entra en el campo, da igual el momento en que lo haga. De hecho, es el único del equipo que puede decir que ha participado en todos los encuentros de Liga que se han disputado en la primera vuelta. Si hay un denominador común en las 17 jornadas jugadas hasta ahora, es que él ha estado en cada una de ellas, y siempre aportando intangibles de sobra para contribuir a los triunfos. El ariete alicantino, que en abril cumplirá 31 años, ha marcado tres goles, dos de ellos en Pulpí y, el último, en la victoria fundamental frente al Real Murcia, la que valió para modificar el signo de la dinámica blanquiazul. Raúl ha sido titular en diez ocasiones. Su fortaleza ha valido para sostener al equipo mientras se esperaba la entrada en el once de Aketxe y Acuña. Sin tanta capacidad goleadora como sus compañeros, suple esa «flaqueza» con un sacrificio que hace posible la incorporación al ataque de la segunda línea o del segundo delantero. Sin ser indiscutible, es el quinto hombre más utilizado por el entrenador, y eso habla bastante bien de su enorme relevancia en el proyecto. p. rojas 

LOS DATOS

6 VICTORIAS a domicilio ha logrado el Hércules, más que nadie

Fuera de casa solo ha perdido dos partidos. En el Rico Pérez ha ganado 4 partidos y ha cedido una sola derrota.


24 GOLES a favor han marcado los alicantinos en 17 partidos

Es el tope anotador del grupo 5. Solo el Intercity iguala este registro y La Nucía se queda a un tanto (23).


0-4 MEJOR MARCADOR: La goleada en Pulpí es su resultado más abultado

Fue en la jornada 6. Después, el 3-0 al Murcia, supuso el inicio de la escalada hacia el título de campeón invernal.

Las calificaciones de la primera vuelta

Adrián López, portero  

6.Tenía que ser su año. Así se lo tomó. Defendió su titularidad inicial, pero le pasó factura. Cuando la perdió, no se arrugó. Ha parado un penalti clave (en Melilla) y se ha mostrado sólido bajo palos, con buenos reflejos. Ha fallado en las salidas, su único lunar. Es consciente de sus fallos y los asume, solo así puede crecer aún más.

Jesús Fernández, portero  

6.Partía desde un lugar incómodo y, aun así, ha sido capaz de brillar. Ha jugado los mismo partidos que su compañero de meta (9), casi los mismos minutos. Como él, ha parado un penalti. Cuando mejor estaba, sufrió una lesión en el pie. La suya no es una trayectoria fácil, pero está en el camino de recobrar el control de su carrera.

Álex Martínez, lateral  

8.Basta con comprobar el rendimiento del equipo mientras estuvo lesionado para entender que el Hércules es mucho mejor cuando juega él. Afianzado en el club, cómodo en la ciudad, es un futbolista determinante. Su primera vuelta ha sido notable. No se ha perdido ni un minuto de los 15 partidos que ha disputado.

Carlos David, central  

7.Su ejemplaridad es clave para lograr la cohesión de un vestuario. Su veteranía no le ha quitado ni un ápice del hambre necesaria para sumar en un proyecto ambicioso. Perdió la titularidad y no culpó a nadie. Cuando la recuperó, la se agarró a ella con fiereza. Además, ha marcado dos goles.

Diego Jiménez, central  

8.Es el hombre con más minutos. Eso lo dice todo. Su polivalencia, lejos de pesarle en favor de los especialistas, le ha valido para responder con buena nota en todas las tareas que le ha asignado el técnico. Suyo fue el último gol del equipo en la primera vuelta, un buen colofón a 17 partidos con muchísimos más aciertos que fallos.

José Fernández, lateral  

5.Llegó con el curso ya empezado y supo esperar sin impacientarse. Se ha integrado bien en el grupo y cuando le ha tocado jugar (hasta ahora solo 130 minutos) ha demostrado que es un buen lateral, un especialista, un jugador que hace equipo cuya aportación será clave en la segunda vuelta. Un gran refuerzo «otoñal».

Pedro García, lateral  

5.Futbolista en crecimiento con grandes cualidades y buenos fundamentos, sobre todo ofensivos. En el lateral acusa falta de oficio, pero su vocación atacante es indispensable para resolver atascos. En cualquier otro club tendría más minutos, pero sí lo aprovecha, de aquí saldrá mejor jugador en todo.

José Solbes, central 

4.Su regreso a la entidad no está siendo el deseado. Tras ser clave en el Alcoyano, tiene delante tanta competencia que a cualquiera le costaría hacerse valer. Las lesiones y los percances de salud le han tenido demasiado tiempo trabajando al margen. Es una apuesta de futuro, un proyecto de defensa bastante versátil y válido.

Tano Bonnín, central  

7.Estaba llamado a liderar la última línea de contención, la más importante. Tardó en coger la forma en pretemporada, pero cuando entró en el once, ya no salió. De menos a más, su experiencia y su alto rango de facultades le permiten realizar maniobras que nadie más se atrevería a hacer. Puede dar más a balón parado.

Raúl Ruiz, lateral  

7.Inició el curso atrás, pero Mora no ha dejado de verle como extremo, su posición natural cuando empezó en la cantera. En ambas posiciones ha cumplido. Ha marcado (2), ha asistido (3) y ha contribuido a desentrañar, con su velocidad y su zancada, encuentros que ese habían puesto muy cuesta arriba.

Federico Bikoro, mediocentro  

9.Sin duda, la pieza más sobresaliente en la primera vuelta. Mora lo ha situado más cerca del carril del diez y allí, sin la estricta rigidez del mediocentro, ha desarrollado sus mejores virtudes. Las facultades las ha tenido siempre, pero ha sido en el dibujo y el estilo del madrileño, donde han florecido con más grandeza.

César Moreno, mediocentro  

8.Un tipo que no se arruga jamás. Salió del Elche para ganarse el protagonismo que se le negaba y, cuando se lo han dado, lo ha cogido con toda la fuerza posible. Su tarea es sorda, pero fundamental. Equilibra el juego, compensa los desajustes, ofrece salidas fáciles y no desfallece nunca. Un diamante.

Mario Ortiz, mediocentro

5.De un jugador con sus fundamentos y su trayectoria siempre se espera el máximo. Entró tarde en la rotación por diferentes circunstancias y no acabó de exhibir la regularidad que se le presupone. No se ha ganado la titularidad, pero sí que está en el camino de ser una pieza fundamental para sellar un objetivo coral.

Pau Miguélez, centrocampista

4.Es muy difícil su situación. No goza de confianza. En su puesto, como sub-23, tiene que esperar que fallen lo sénior que tiene delante. Cuando ha jugado, lo ha hecho con la presión que supone saber que se lo juega todo a una carta. Eso no le ha ayudado. Se le ha visto el potencial, pero aún no ha sabido (o podido) explotar. 

David Sánchez, centrocampista  

4.En su segunda temporada sigue sin tener un lugar definido en el dibujo. Su polivalencia le juega en contra. Demasiado atacante para dirigir el juego, y sin gol suficiente para ser un interior que supere a los que sí juegan por delante de César Moreno, al lado de Bikoro. Sus condiciones físicas son excepcionales, pero...

Pedro Sánchez, centrocampista 

8.Acaba de cumplir 35 años. Puede que haya perdido velocidad, pero la calidad y el temperamento los conserva. Lleva tantos goles como asistencias: cuatro. Reconvertido en interior, siempre que él entra en contacto con el balón el juego del equipo crece. Su relevancia en el balón parado es magnífica.

Isaac Aketxe, delantero 

8.Es el máximo goleador del equipo con seis tantos. Entró tarde porque le costó alcanzar su pico de forma óptimo debido a percances físicos y de salud. Su aportación al juego va más allá de lo numérico. Referente competitivo y consumado especialista desde los once metros, es el delantero centro del equipo para Mora.

Chuli, delantero  

6.Estuvo en las Sesiones AFE en verano y llegó a Alicante para ocupar (es imposible) el hueco de Abde el último día de mercado. Es probable que eso le haya reforzado el carácter. Está lejos de ser un fijo, pero ha participado en 15 de los 17 partidos. Hombre de rotación, de segundas partes. Un perfil necesario.

Elliot Gómez, extremo 

6.Le sobra talento, pero la falta pausa, visión de conjunto. La llegada de Borja Galán le aumenta la competencia y, por descontado, le obliga a incrementar la exigencia. Solo ha marcado un gol, que nunca ha sido su principal virtud, pero su capacidad de desborde siempre es útil para lograr grandes empresas.

Nico Espinosa, extremo 

7.Si se libra del fantasma de las lesiones, su futuro es muy prometedor. De momento, en el presente, ya ha demostrado que tiene hueco en el once. No le pesa la presión, decide bien con la pelota, crea espacios, supera líneas, pisa área y también defiende con corrección. Un futbolista muy apreciable.

Raúl González, delantero  

8.El duodécimo hombre. Un pilar básico en cualquier bloque con aspiraciones mayúsculas. Su entrega es contagiosa. Lee bien los partidos, algo que le falta a otros delanteros de su categoría. Siempre suma, siempre empuja, siempre tiene una carrera más. Es el único que ha jugado en las 17 jornadas, por algo será...

Rubén Belima, extremo  

4.El internacional guineano ganó la primera batalla (a Fran Nuñez), pero perdió todas las demás. Lesiones, contagios, idas y venidas para defender a su país... Contra el Toledo jugó 30 minutos, su tope en las 6 jornadas en las que ha podido participar hasta ahora. Mostró desborde, pero eso no le asegura la continuidad en el proyecto.

Javier ‘Toro’ Acuña, delantero  

5.Hay tantas ganas en la ciudad de que le salgan bien las cosas, que se le espera siempre. Delantero diferencial, de los de antes, físico, combativo, capaz de rematar en condiciones muy adversas. Lo hizo en Elda en el primer balón que le rondó cerca de la portería. Vuelve a estar restablecido físicamente. Su momento es ahora.

Sergio Mora, entrenador  

7.En su primera oportunidad como técnico se ha visto al frente de un vestuario difícil por el foco mediática que se proyecta sobre él con independencia de la categoría en la que milite. Ha construido un bloque, ha encontrado un modo de hacerlo fuerte en las dos áreas y lo hecho cuando más cuestionado estaba.

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