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Segunda RFEF | Jornada 22

El Hércules da la cara... mala

Los alicantinos pierden en Socuéllamos frente a un rival en puestos de descenso tras cometer dos errores funestos en defensa y ser incapaces de definir ocasiones muy claras ► Los blanquiazules acaban sin pivotes y Acuña se lesiona a la media hora

Nieves se queda con el balón a los pies de Aketxe, que no llega a rematar. LOF

Un equipo que lo es, que se comporta como tal, que vive siendo un equipo, que presume de ser fiable, tiene que resultar reconocible en las derrotas, en los días malos, en los momentos de zozobra, cuando nada sale como lo has planeado. La solidez mental te define, tiende puentes, teje redes de seguridad, te lleva a tu destino. Si te descuidas y la pierdes, si la dejas olvidada en cualquier sitio, en un llano de La Mancha, entonces todo lo que te sobreviene es el martirio de no saber quién eres. Asomas la cara y te la parten.

Si esa cara es la mala, entonces te muelen a golpes y ya no te levantas. Ser aspirante al ascenso obliga a un sacrificio físico y emocional para el que hay que estar preparado. No da tregua. No se verbaliza, se demuestra. Se sufre a diario, en todos los frentes, en cada uno de los campos, ante cualquiera que se ponga delante.

Ayer, el Hércules volvió a ser el bloque indefinido que se desdibuja, que no se cree a lo que juega, que no explota sus recursos. La apuesta de Sergio Mora salió mal, salió cara. Removió un esquema que funcionaba para meter a Borja Díaz por delante de César Moreno y de Bikoro. Mala idea. El africano se quedó sin espacio y Pedro Sánchez se descolgó en la izquierda. El resultado fue desolador. En un campo duro, pequeño, el conjunto alicantino renunció a la mitad de la cancha. Sabiendo ya que todo el fútbol, mucho o poco, pasa por las botas del aspense cuando ejerce como interior lejos de la cal, escorarle limita la distribución de la pelota, su asociación con los extremos y se descompensa la ofensiva, que se torna previsible. Ayer, el preparador recuperó la fórmula que ya falló en este mismo tramo de la primera vuelta y su equipo cayó frente a otro que lleva toda la temporada en zona de descenso y que, a pesar de eso, ha privado de cinco puntos al Hércules.

Con el flanco derecho inhábil, desperdiciado, desnutrido, el Socuéllamos emergente de Sergio Campos, con lo justo, con carácter, con fe en sí mismo, contuvo bien los intentos reiterados de los blanquiazules de acercarse al área siguiendo siempre el mismo recorrido. Si en uno de esos viajes, en el centro más claro, más llovido, más bien dirigido que ha podido dibujar en su carrera Álex Martínez, sin nadie alrededor que molestase al lateral a la hora de preparar el golpeo, el balón que le puso en la cabeza a Borja Díaz, este lo hubiera llevado a la red, quizá la historia hubiera sido diferente. Pero no. El mediapunta remató blando una ocasión inmejorable, cristalina.

PARTE MÉDICO: Acuña aguantó media hora sobre el césped 

► El Toro volvió a retirarse lesionado, una situación que se ha repetido cinco veces desde que fichó por el Hércules el verano de 2020. Después de una carrera para ganarle un balón dividido al portero del Socuéllamos, el delantero paraguayo notó un pinchazo en la parte posterior del muslo y, tras probarse, acabó por echarse al suelo para, inmediatamente después, pedir el cambio.

Se lamentó sin saber que aún haría algo peor. Cuatro minutos después, en un saque de esquina, en la primera aproximación manchega, el cuero, como ya ha ocurrido otras veces esta temporada, supera la montonera humana del primer palo, el portero mira inmóvil cómo vuela el balón atrapado en el tumulto y, cuando la pelota llega al segundo poste, Adrián Pérez pone la cabeza para hacer el 1-0 sin que nadie le roce lo más mínimo. Bikoro y su envergadura estaban fuera de sitio y Borja Díaz, al lado del goleador, ni se inmutó. Fallo en cadena. Otro que el adversario aprovecha para castigar la autoestima herculana, sujeta con imperdibles de papel desde hace dos décadas.

Delgado pudo sentenciar al Hércules dos minutos después, en mitad del desconcierto y la frustración visitante, pero no lo hizo. Su cara a cara con Adrián se marchó a la grada. Acuña, el más consciente de lo que estaba en juego, que no había sido capaz de conectar dentro del área pequeña una asistencia de Pedro Sánchez en su única aparición por el carril central, se anticipó al fallo del defensor, esprintó para discutirle al portero un balón divido, llegó antes, pero su toque para sortear al meta se marchó por muy poco. A continuación, una imagen recurrente: el Toro, al suelo. Cambio forzoso y a esperar qué dice esta vez la prueba médica.

Tras el descanso, Borja Díaz estrelló un balón en el larguero y el árbitro no señaló un claro penalti sobre Aketxe en el tramo final

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Por detrás en el marcador, sin el paraguayo, que estaba siendo el mejor, y obligado a remontar, el Hércules, en su intento de apretar, se desvaneció. Álex Martínez vuelve a intentar un centro desde la línea de fondo, rechaza el defensa y el balón, en lugar de salir por la línea de fondo, se queda encima. Despeje potente al centro del campo. Tano corre hacia él viendo su trayectoria de cara. Pepe Delgado lo busca también. En el punto de encuentro, el central, en vez de desviar con la cabeza, mide mal, se deja la pelota a la espalda y libera al delantero, que corre hacia el área mientras Carlos David trata de darle caza. No llega. El disparo ajustado del manchego bate a Adrián y 2-0 justo antes del descanso.

Bikoro y Raúl Ruiz se quedaron en la ducha para que entrasen Elliot y Galán. Sergio Mora quiso recuperar el esquema básico, el que funcionaba, pero ya con desventaja y con protagonistas fuera de plano. Ataques invertebrados, acciones aisladas, sin continuidad, sin circulación, fútbol directo, disparos lejanos y centros al bulto.

Aficionados del Hércules presentes en el Paquito Giménez de Socuéllamos para animar a su equipo. LOF

Cuando, superada la hora de partido, el delegado del Hércules levantó la cartela con el dorsal de César Moreno quedó claro que el técnico iba a morir con una idea poco verosímil. Se marchó contrariado el cartagenero, entró Pau Miguélez y Pedro desempeño su tercera tarea diferente en menos de hora y media Nadie robó una pelota más. Desapareció el centro del campo y la estrategia ofensiva se tornó minimalista, sin concepto coral. Contra todo pronóstico, pudo funcionar porque la oposición fue conformista.

Díaz tuvo ocasión de redimirse, pero su disparo desde fuera del área se estrelló en el travesaño. Después, en otra asistencia de Pedro Sánchez sin final feliz, la enésima, Nieves, que se acerca a los 600 minutos imbatido, sale a la desesperada y se lleva por delante a Aketexe. Penalti claro, otra vez, e idéntico desenlace: el árbitro mira hacia otro lado. Ahí murió el Hércules por quinta vez este curso, dos de ellas en La Mancha, un lugar del que ojalá no tenga que acordarse en el mes de mayo.

LA FICHA DEL PARTIDO

►2ª RFEF ►Jornada 22 ►Hora: 12.00 ►Estadio: Paquito Giménez

Temperatura: 17°C ►Asistencia: 1.000 espectadores.

SOCUÉLLAMOS: Diego Nieves, Ángel Moreno, Toboso (Ricar, 49’), Quintana, Adrián Pérez, Iván Bueno (Chabo, 75’), Alberto, Cortijo, Hugo, Pepe Delgado (Fran Cortés, 67’) y Javi Jiménez (Queijeiro, 67’).

HÉRCULES: Adrián López, Jesús Fernández, Álex Martínez, Tano, Carlos David, Bikoro (Galán, 45’), César Moreno (Miguélez, 70’), Borja Díaz, Raúl Ruiz (Elliot, 45’), Pedro Sánchez y Acuña (Aketxe, 32’).

GOLES: 1-0, Minuto. 16: Adrián Pérez. 2-0, Minuto 44: Pepe Delgado.

ÁRBITRO: Daniel Miranda Bolaño (MAD). T. Amarillas: a Quintana y a Pepe Delgado, del Socuéllamos, y a Galán, Aketxe, Pedro Sánchez y José Fernández, del Hércules. T. Roja: al local Ángel Moreno, por doble amarilla, en el minuto 85. INCIDENCIAS: Alrededor de 150 aficionados del Hércules estuvieron presentes ayer en uno de los fondos del Paquito Giménez. No se registraron incidentes ni antes ni después del encuentro.

EL DATO: Tercera derrota más abultada de la temporada  

►El Hércules sumó ayer en Socuéllamos la quinta derrota del curso, la tercera más amplia tras el 4-0 de Alzira y el 0-3 frente al Levante B. Intercity (0-1) y Puertollano (2-1) son los otros tropiezos de los banquiazules en la presente campaña.

LO MEJOR: La capacidad de Pedro Sánchez para adaptarse a los sistemas  

►Ayer desempeñó tres funciones distintas en ataque y en todas fue el más determinante, el único con capacidad para asistir regularmente, para incidir positivamente en el juego ofensivo, el único siempre reconocible.

LO PEOR: La deconstrucción improductiva del equipo tras el descanso  

►Mora decidió cambiar la estructura por completo tras el 2-0. Primero retiró a Bikoro y a Raúl Ruiz y, 20 minutos después, a César Moreno. El equipo renunció a robar y circular y lo fio todo al fútbol directo con un solo «9».

Carlos David abandona el campo cabizbajo tras la primera parte junto a César Moreno, a su lado. LOF

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