Mañana difícil en Fontcalent más allá de la lluvia. El día después al varapalo en La Nucía, el Hércules trata de recobrar el ánimo, de levantar la cabeza, de sobreponerse a otro golpe fuera de casa, el tercero consecutivo. Caras serias. Silencio en los ejercicios. Todos se sienten responsables. El capitán más que ninguno. Por eso vuelve a dar la cara después de que a su equipo se la hubieran partido. Raúl Ruiz trata de medir sus palabras, de no resultar inquisitivo, pero la contundencia de los números, muy malos a domicilio, le impiden mirar hacia otra parte y desviar la atención de lo crucial.

«Día muy difícil y muy complicado para todos. La historia se repite, es como si no aprendiéramos de nuestros errores. Teníamos muchas ganas, mucha ilusión por hacer un buen partido en La Nucía, de ganar, de dar un golpe en la mesa y… fue una decepción muy grande. Es duro tener que salir cada dos semanas a explicar lo mismo cada vez», lamenta el ahora atacante alicantino, que sigue teniendo muy claro el único modo viable de salir del bache.

«No me sorprendió la celebración de La Nucía porque ocurrió lo mismo la temporada pasada y porque nosotros hubiéramos hecho lo mismo de haber ganado»

«En lo único en lo que hay que pensar es en ganar el domingo, ni en la primera plaza ni en el «play-off» porque no vale de nada. Hay que centrarse en Eldense. Esto es una escalera en la que no te puedes saltar dos peldaños», advierte el capitán del equipo blanquiazul, que no renuncia a la posibilidad, aún matemática, de acabar líderes, pero que vuelve a proyectar el foco sobre lo que considera capital.

«Somos el Hércules y tenemos que optar al primer puesto sí o sí. Eso es lo normal y lo más lógico. Es nuestra meta desde el primer día, pero para lograrlo hay que concentrarse en el siguiente paso, mirar lo que pasa por delante y por detrás de nosotros solo distrae de la tarea principal: ganar a nuestro próximo rival, al más inmediato», reitera.

Raúl Ruiz era muy consciente de lo que estaba en juego en el Camilo Cano, por eso le pareció natural la reacción del equipo de César Ferrando cuando el colegiado señaló el pitido final. «No me sorprendió la celebración de La Nucía porque ocurrió lo mismo la temporada pasada y porque nosotros hubiéramos hecho igual en caso de haber ganado. Era un partido con tintes de final, frente a un rival directo, y es normal festejarlo si lo ganas».

«Es cómo si cuando encajamos un gol sintiéramos que ya es imposible remontar y eso no puede ser»

A juicio del capitán blanquiazul, al equipo de Mora le faltó poso y le sobró negatividad, pesimismo, resignación. «La primera parte fue igualada, quizá favorable a nosotros por las ocasiones creadas. Pero ellos ganaron los duelos individuales, hicieron bien muchas otras cosas y cuando nos marcaron, para nosotros fue una losa muy grande. Ya nos ha pasado otras veces, es cómo si cuando encajamos sentimos que ya es imposible remontar y eso no puede ser porque te puedes ver perdiendo en un 'play-off' y tienes que pelear hasta el final porque no hay más oportunidades. Cuando nos marcaron, quedaba media hora y solo con un empate habría cambiado mucho la cosa», desvela el alicantino.

«En partidos como el de La Nucía, tan importantes, con tanta tensión, nos falta saber aplicar más cosas. No es solo cuestión de carácter, de meter la pierna, hay que saber cuándo hay que parar el ritmo, cuando hacer una falta. La Nucía sabía hasta cómo debía protestarle al árbitro. En ese aspecto, en el del otro fútbol, estamos pecando de juveniles… y así nos está yendo», denuncia Raúl Ruiz sin esconderse.

«La Nucía sabía hasta cómo debía protestarle al árbitro. En ese aspecto, en el del otro fútbol, estamos pecando de juveniles…»

Después de dos horas de charla en el vestuario antes de salir a entrenar, el capitán quiso evidenciar en su discurso la unidad que reina en torno a la figura de Sergio Mora: «En este equipo vamos todos de la mano con nuestro entrenador porque es importantísimo. Le tenemos todos como el líder del vestuario. Vamos a muerte con él, en eso no hay ningún tipo de debate», esgrime el atacante blanquiazul.

«Quedan ocho partidos, sí, pero solo importa el del domingo. Hay que ganar al Eldense, es en lo único que debemos pensar. Me repito mucho, pero siento que es la mejor manera de avanzar, de levantarnos y de recuperar la moral y la fuerza para encarar todo lo que nos queda». Palabra de capitán..