Segundo intento. Unidad Herculana, uno de los colectivos de aficionados que integran el universo de peñas y agrupaciones que tiene el conjunto blanquiazul, ha recibido permiso de la Subdelegación del Gobierno para organizar una manifestación. Será este domingo. Partirá a las once de la mañana desde la Plaza de los Luceros de la capital y, como hace justo un año, tratará de reunir al mayor número de personas «en contra de la gestión de Enrique Ortiz» para, con ello, forzar «la renuncia» del empresario al control de la entidad, algo que el propietario ya ha dejado claro que solo está dispuesto a hacer en unas condiciones muy concretas.

El curso pasado, un millar de fieles blanquiazules participaron en la marcha que concluyó en la plaza del Ayuntamiento, donde la Policía Nacional cifró en 700, el número total de asistentes que se quedaron a la lectura de los manifiestos en el espacio consistorial. El motivo de la iniciativa es idéntico al anterior, el hartazgo, pero esta vez el escenario es muy diferente.

En aquel momento, unas duras declaraciones del alcalde, Luis Barcala en contra de los administradores (incluyendo a Juan Carlos Ramírez, que se desligó de la SAD justo después de aquello) avivaron el malestar de un sector de la masa social del equipo. En esta ocasión, el primer edil (que entonces rebajó rápido el tono agrio de su discurso) se ha guardado de expresarse a propósito de la eliminación del Hércules en semifinales del «play-off».

Cartel con el que se promoverá la participación en la manifestación a través de las redes sociales. Iván Valero

Aunque la sensación de frustración se repite en el seno de la hinchada, la forma de quedarse sin opciones de ascenso ha sido significativamente distinta, con 9.000 seguidores animando al equipo desde dos horas antes del encuentro después de pasar por caja dado que el duelo era de pago para todos. A pesar de ello, y a la espera de que se sumen o no más sensibilidades a la iniciativa de Unidad Herculana, la plataforma ha iniciado una campaña de concienciación a través de las redes sociales.

La necesidad de recibir el visto bueno gubernamental para la programación de la manifestación en el plazo deseado obligó a los responsables de la iniciativa a realizar los trámites legales días antes de que se jugara el duelo con el Unión Adarve. Los integrantes de la agrupación están convencidos de que otro Hércules «es posible sin Ortiz» y creen que el único modo de hacerlo realidad es con una exposición pública y notoria del malestar con el único inversor.

Los promotores de la reivindicación ven en una posible fusión con el Intercity una solución que se debería explorar

Explorar una vía semejante a la emprendida por la Fundación Lucentum tras el verano, que terminó integrada en el Grupo Intercity, es algo que los promotores de la medida de protesta de este domingo no ven descabellado. La fusión de ambas entidades como solución de viabilidad para las dos es algo que la familia Ortiz solo estaría dispuesta a negociar si hay garantías de liquidez para soportar una operación de esa envergadura.

La propiedad considera que, como mínimo, quien quiera de verdad tomarle el relevo al frente del Hércules debería ser capaz de demostrar que tiene músculo financiero para sostenerlo 22 años, que es el tiempo que lleva haciéndolo el empresario a pesar del cuestionable resultado de su inversión, una que el curso pasado fijaron en un monto que ronda los 70 millones de euros desde diciembre de 1999. La ley que rige las Sociedades Anónimas Deportivas legitima a Enrique Ortiz para decidir su propio destino. No se cierra a ceder el control, pero solo en unas condiciones que, según su entorno más íntimo, aseguren la liquidez del Hércules en cualquier categoría en la que esté.