La indignación, el malestar y el rechazo frontal al modo de administrar el Hércules por parte de Enrique Ortiz no cambian un año después; el número de gargantas que lo piden abiertamente en la calle, sí. Según los datos proporcionados por los responsables de la Policía (tanto de la Local como de la Nacional) encargados de vigilar la marcha, han sido «alrededor de 600 personas las que se han manifestado esta mañana» en la capital para pedir la renuncia del empresario a la propiedad de la entidad blanquiazul y, además, han interpelado directamente al alcalde de Alicante, Luis Barcala, para que sea él quien fuerce el paso al lado del constructor.
La acción de protesta promovida por el colectivo Unidad Herculana ha partido a las once de la mañana desde la plaza de Los Luceros y transcurrido por la avenida de Alfonso X El Sabio, la Rambla de Méndez Núñez, hasta concluir justo enfrente del Consistorio, donde se ha procedido a la lectura de un comunicado en el que se han expuesto las razones por las que el magnate alicantino debe de renunciar al control de la mayoría accionarial que administra desde 1999.
En el transcurso de la manifestación se han ido repitiendo cánticos a favor del Hércules y en contra de su propietario, todos detrás de la pancarta que abría la reivindicación que exhibía el lema: «contra la gestión, con el escudo». «Hércules, solución ya» o «Hércules somos nosotros» han sido otras de las proclamas impresas que han desfilado a lo largo del trayecto mientras se coreaba «Enrique, no te queremos», «Enrique, fuera de aquí» o «por un Hércules limpio, Enrique vete ya».
Sergio Fabra, representante de Unidad Herculana ha sido quien se ha encargado de leer el manifiesto que ha servido para cerrar la segunda acción de protesta colectiva contra el dueño del Hércules en un año. De los tres únicos representantes municipales presentes en la marcha, la edil de Unidas Podemos Vanessa Romero, el portavoz de su partido, Xavier López, y el concejal de Compromís Rafael Mas, solo el segundo ha tomado la palabra y se ha dirigido a los congregados delante del Ayuntamiento.
El representante en el Pleno del partido regionalista ha aprovechado la coyuntura para cargar políticamente contra Luis Barcala, al que ha acusado de ser el responsable de que Enrique Ortiz siga al frente de la entidad y a quien ha pedido directamente que sea él, «como representante del partido político que le colocó al frente del club en 1999» quien fuerce su renuncia a la propiedad.
Una hora y cuarto después del arranque de la manifestación, los 600 participantes fueron abandonando la plaza castigados por la elevada temperatura y el calor sofocante del mediodía. En la edición anterior, la que se organizó hace justo un año tras la caída del Hércules a la cuarta categoría del fútbol español, tomaron parte alrededor de mil aficionados.
Esta vez, afectados por el hartazgo, el convencimiento de que sus recriminaciones terminan cayendo en saco roto y desanimados por la desafección que no cesa, el número de asistentes se rebajó sensiblemente. Lo que no varió ni un ápice fue el convencimiento de quienes sí se manifestaron de que «otro Hércules es posible sin la familia Ortiz».
