Pagar o pagar. No le queda otra opción al Hércules después de haber pedido un sinfín de prórrogas para intentar evitar lo inevitable. El club blanquiazul debe desembolsar antes del 30 de este mes 870.000 euros a los acreedores ordinarios tras activarse esta temporada el convenio firmado en 2013 y modificado cuatro años después para que el Hércules pudiera ganar tiempo. Sin posibilidad de más prórrogas, esta temporada se ha activado el concurso de acreedores en el que el conjunto blanquiazul debe hacer frente a una deuda de casi siete millones de euros en cinco años. De momento, a 30 de junio la entidad ha de desembolsar sí o sí 870.000 euros en un primer pago tal y como quedó establecido en 2017 para evitar la denuncia de algún acreedor y que un juez ordene la disolución de la sociedad. El Hércules fue pidiendo prórrogas y años de carencia con la esperanza de regresar al fútbol profesional y poder satisfacer la deuda con menos problemas. Pero el objetivo deportivo no solo no se ha conseguido sino que el club ha empeorado su situación en la cuarta categoría del fútbol español en la que el club carece de ingresos .

Oficinas del Rico Pérez Jose Navarro

El fracaso deportivo obliga ahora a Enrique Ortiz a plantear la posibilidad de un nuevo acuerdo con los impagados para rebajar el importe o fragmentarlo. Todo ello de forma particular porque a nivel del juzgado ya no tiene más que hacer. Las posibilidades de que alguno de los afectados inste a la liquidación de la SAD son pocas, pero esa amenaza siempre está ahí por lo que la entidad busca fórmulas con los acreedores para intentar alargar el proceso todo lo que se pueda.

 El club deberá hacer frente a unos 871.000 euros, un 13% del crédito ordinario, que está alrededor de los 6.700.000 euros. Será el primer plazo de los cinco que tiene firmados. Tiene que abonar un 13% los dos primeros, un 14% el tercero año y un 30% los dos últimos.

Planificación

Por otra parte, el Hércules sigue tratando de sentar las bases de la próxima temporada con un ambiente enrarecido en el entorno blanquiazul tras la manifestación de la pasada semana y la profunda depresión por el fracaso absoluto del proyecto. De momento, la única confirmación en el plano deportivo ha sido la marcha de Carmelo del Pozo pese a que todavía sigue trabajando en el club hasta final de mes que finiquita su contrato. En cuanto a jugadores, tan solo César Moreno y Toscano siguen con contrato. El club comienza a hablar con los jugadores a los que querría renovar , pero no puede hacer nada hasta que no haya un nuevo director deportivo que lleve los mandos de la planificación para la próxima temporada.

De momento, la entidad blanquiazul se encuentra rodeada de un gran número de interrogantes sobre su futuro inmediato. Entre la afición cunde el desánimo tras la decepcionante temporada que deja al Hércules como único equipo de la provincia en la Segunda RFEF.