La historia vuelve a repetirse... un año después. A las declaraciones gruesas le sigue la resignación, la asunción de la incapacidad real para precipitar la renuncia de Enrique Ortiz a la propiedad del Hércules. El alcalde de Alicante desiste de forzar con su acción el cambio de dueño sin salirse del comunicado que hizo público el lunes por la tarde tras conocerse la querella de la Fiscalía contra los administradores por un posible delito de alzamiento de bienes. Luis Barcala no escatimó el adjetivos descriptivos para calificar la situación «inaceptable» por la que atraviesa la SAD blanquiazul, pero ahí quedó su tibia declaración de intenciones reales.

El primer edil se reafirma en que el Consistorio no puede intervenir de ninguna forma en una sociedad anónima. «Tanto Illueca (director del IVF) como la Generalitat ya se han manifestado en este mismo sentido, es lo que hay», se resignó Barcala antes de añadir que, en el aspecto institucional, «exijo que se den explicaciones sobre el proyecto que tienen para el Hércules en el año de su centenario y explicaciones de los escándalos que estamos viendo en los medios de comunicación», subraya el dirigente popular, que tuvo que escuchar como le increpaban a una veintena de aficionados presentes en las inmediaciones del estadio.

El primer edil califica de demagoga la petición del PSOE de reunir a los empresarios de la ciudad para que se hagan cargo de la SAD blanquiazul

«Puedo entender que una temporada no salga bien, un proyecto deportivo, unos fichajes, pero para eso espero una reacción con un proyecto deportivo que ponga las cosas en su sitio. Hasta ahí es aceptable», argumentó el alcalde. «Pero lo que estamos viviendo es inaceptable porque el club, en el año de su centenario, no se merece estar en la boca de todos. Exijo explicaciones claras de lo que se ha hecho aquí», añadió el líder popular, que pidió no hacer «demagogia» con el Hércules, ya que considera que es un tema «sensible para los alicantinos».

Cooperativa de empresarios

Este mensaje se lo envió a la portavoz de la ejecutiva del PSOE en Alicante, Trini Amorós, que por la mañana había exigido a la primera autoridad de la capital que convocara «una reunión de urgencia con el empresariado local para buscar una solución conjunta» a la delicada situación por la que atraviesa el Hércules, que iniciará el curso en la cuarta categoría del fútbol español por segunda vez consecutiva.

«Aparte de exigir que se esclarezca esta denuncia, pedimos al alcalde que dedique algo de su tiempo a mediar para que buscar una solución que dé viabilidad a un club muy querido por los alicantinos y que pasa por un momento muy delicado», sustanció la portavoz socialista.

Recuerda otra vez que el Ayuntamiento no tiene competencia en el consejo de administración de una empresa privada

Barcala, molesto con la insistencia de las preguntas dirigidas a valorar la propuesta de la oposición para precipitar el cambio de dueño en el Hércules, recurrió a lo que, a su juicio, resulta evidente: «Una sociedad anónima es propiedad de unos accionistas que tienen que reaccionar, y exigimos transparencia absoluta y respeto reverencial hacia la imagen de un club que ha representado de una forma u otra a la ciudad durante 100 años», enfatizó el alcalde, que acudió al estadio para presidir el tributo al ilustre balonmanista alicantino José Luis Soriano, «Poli», a quien el Ayuntamiento homenajeó dándole su nombre a la calle que separa la zona de taquillas del Rico Pérez de uno de los accesos al pabellón Pitíu Rochel.

Luis Barcala, con su discurso, deja patente que no se siente competente para elegir los designios de un club del que no puede hacerse responsable el Consistorio, menos después de la última vez que hizo algo similar y que terminó con la desaparición del Lucentum.

Una veintena de aficionados pide la intervención del alcalde en el club

Entre 20 y 30 personas acudieron ayer al acto público del alcalde de Alicante, que participó en el homenaje al jugador de balonmano José Luis Soriano, «Poli», en los aledaños del Rico Pérez, para pedir al primer edil su intervención directa en el Hércules forzando el cambio de propietario en la SAD blanquiazul. Los manifestantes, que no aguardaron al desenlace del acto para mostrar su malestar, acusaron a la máxima autoridad de la ciudad de ser «responsable» de mantener al frente del equipo a Enrique Ortiz. Varias pancartas, que fueron retiradas por la Policía antes del tributo al deportista alicantino, una pintada en el muro que separa la calle Foguerer Romeu de la Ciudad Deportiva Antonio Valls y varios cánticos en contra de la gestión municipal acompañaron a Luis Barcala en su comparecencia.