El colapso continúa. No hay forma de salir del asombro, del abismo abierto tras el último fiasco deportivo y el estallido de la bomba judicial en forma de querella de la Fiscalía contra el Hércules y su Fundación por un posible delito de alzamiento de bienes. La festividad de Hogueras en su semana grande aviva la parálisis de un club deportivo de cien años de historia que no ha sabido (o no ha sido capaz) de crear una estructura que le permita avanzar de forma autónoma al margen de las detonaciones sociales y jurídicas.

Ese caminar pesado haciendo círculos sorprende ahora al conjunto blanquiazul en plena transición en la dirección deportiva. Carmelo del Pozo ha dejado la oficina para disfrutar de las vacaciones antes de que expire su contrato el 30 de junio y el elegido para tomar su relevo, Paco Peña, se mantiene en un respetuoso segundo plano a la espera de que su antecesor reciba su finiquito y a él le den poderes (y un contrato con su nombre) para empezar a trabajar en la confección del nuevo plantel.

El excapitán blanquiazul se desligó el miércoles pasado del Intercity. Lo hizo confiado en que los tiempos eran los correctos en todos los sentidos, pero se ha encontrado con la gris evidencia de que en el mundo blanquiazul la vida fluye mucho más lenta que en cualquier otra parte a pesar de que, con cada proyecto malogrado, se incrementa exponencialmente la urgencia histórica.

Treinta y un días después del batacazo en el Rico Pérez, ese que se llevó el equipo de Sergio Mora frente al Unión Adarve de Madrid, la SAD propiedad de la familia Ortiz no tiene trabajando ni al arquitecto (o arquitectos) de la nueva plantilla, ni al líder del vestuario en torno al que se debe articular el equipo. Del gusto futbolístico del entrenador dependen los jugadores que se elijan salvo que se pretenda hacer al revés.

La demora en la toma de decisiones complica un inicio de pretemporada que muchos equipos han fijado para el 4 de julio

El Hércules solo tiene dos fichas ocupadas, las de Sandro Toscano y César Moreno. Es decir, necesita hacer 20 incorporaciones, 15 profesionales y 5 sub-23. Los propietarios dieron orden a Carmelo del Pozo de comunicar a 6 futbolistas el deseo del club de que continuaran un año más. El técnico segoviano cumplió el mandato, pero nada más ha sucedido después. Ninguno de los intentos de renovación han incluido oferta firme, una concreta que ayude a Raúl Ruiz, Álex Martínez, Federico Bikoro, Nico Espinosa, Borja Díaz y Adrián López a saber a lo que atenerse exactamente.

31 DIAS

Han pasado desde la eliminación del «play-off»

►El Unión Adarve del madrileño barrio de El Pilar privó de la final al Hércules el pasado 21 de mayo en el Rico Pérez.

El tiempo apremia. El curso pasado, del Pozo también se encontró con una situación semejante, pero en su caso, haber sido autor del proyecto anterior, le ayudaba a decidir más rápidamente y, aunque acusó la dilación (Falcón se marchó al Sanluqueño porque se hartó de esperar, por ejemplo) fue capaz de armar el grueso de la plantilla antes del arranque de la pretemporada.

Peña se encontrará con que tiene que empezar de cero, con que solo hay dos contratos en vigor y, si no quiere morir atropellado en el tránsito, necesitará un mínimo margen de maniobra.

La mayoría de clubes de Primera, en el año del primer Mundial invernal de la historia del balompié, iniciarán el nuevo curso la primera semana de julio. En Segunda RFEF no urge tanto. La Liga arranca el primer fin de semana de septiembre, pero el nuevo director deportivo deseará seguro que su equipo trabaje 6 semanas antes de debutar oficialmente.