Un día después, acompañado por el presidente del club, Carlos Parodi, y el de la Fundación, Valentín Botella, tranquilo y sosegadamente feliz, con esa mueca indisimulada que se le pone a las personas que saben que han llegado a su destino, da igual si es o no el momento adecuado porque lo único que importa es el fin. Paco Peña se sentó ante la prensa cuatro años después de su adiós del Hércules con un rictus muy diferente y, sobre todo, con la satisfacción que da no tener que pedirle favores a nadie, esta vez a él han ido a buscarle para pedirle ayuda.

Él es el primero, la cabeza visible en mitad de un naufragio, otro, que llega para recomponer las piezas y reflotar un barco enmohecido, picado de más por la carcoma de los desengaños que se pudren en la bodega. El excapitán no estará solo, le respaldará un grupo de trabajo en el que él desearía que sobresaliera Quique Hernández, el hombre que le dio la primera oportunidad de aprender un oficio para el que ya acumuló muchas horas de vuelo como jugador.

Sobre Quique Hernández: "Es herculano y para mí es una persona importante que me ha ayudado. Si tiene que venir, bienvenido sea, como todo el que venga a sumar"

El técnico extremeño no ocultó, mas bien al revés, que mantiene una relación "muy estrecha" con Hernández, con el que formó un "tándem muy bueno el pasado año". "Es herculano y para mí es una persona importante que me ha ayudado. Si tiene que venir, bienvenido sea, diré lo mismo con todo el que venga a sumar", matizó Peña antes de revelar que la inclusión en la nómina blanquiazul del artífice de la plantilla que logró el ascenso a Primera RFEF con el Intercity está "en el aire".

Peña desveló que tenía tomada "desde hace tiempo la decisión de regresar al Hércules (aunque reservara el anuncio de hacer realidad ese deseo solo a su círculo más íntimo). Como blanquiazul jugó nueve temporadas, por eso se mostró "ilusionado" por el paso dado y aseguró que tiene "las ideas claras para intentar conseguir el objetivo, que no es otro que ascender".

El secretario técnico no es ajeno al clima de crispación que existe en un sector de la hinchada, pero no quiso valorar lo motivos, él quiere empezar de cero en su parcela y que si, a pesar de la coyuntura actualidad, ha dado el paso de cruzar de acera ha sido "para intentar que me dejen hacer mi proyecto".

"Animo a la afición a que nos dé su confianza porque este año va a ser diferente. Sé que está todo enrarecido por los acontecimientos, pero me olvido de eso y me concentro en el proyecto", insistió el extremeño, quien, a pesar de solo llevar un año ejerciendo como secretario técnico, se pone al frente de la parcela deportiva con "mis ideas y sabiendo bien cómo quiero trabajar".

"Animo a la afición porque este año va a ser diferente. Sé que está todo enrarecido por los acontecimientos, pero me olvido de eso y me concentro en el proyecto"

Peña desveló que pretende comportarse en el día a día como alguien "cercano al jugador" y restó importancia a que no se le haya presentado desde el club como director deportivo, calificación laboral que recibió Carmelo del Pozo. "Da igual cómo lo llames, ahora mismo soy el máximo responsable de la construcción del equipo", aclaró abriendo la puerta de nuevo a la opción de formar dupla de trabajo en un futuro cercano con Quique Hernández.

El lateral zurdo que disputó más de 300 partidos oficiales como blanquiazul, a diferencia del sentir general dentro y fuera de la entidad, no considera relevante el cambio de grupo para recuperar los enfrentamientos con catalanes, aragoneses, valencianos y baleares porque en los cinco "hay clubes fuertes" y confirmó que habrá una gran renovación en la plantilla, ya que solo dos jugadores tienen contrato en vigor: César Moreno y Sandro Toscano.

En cuanto al objetivo, Peña insistió que no queda otra opción que "ser primero" y negó que este objetivo pueda ser una presión añadida para los jugadores. "Quienes vengan lo harán siendo muy conscientes de que este en un club con cien años de historia al que solo le sirve una cosa: ganar".

Paco Peña definió a Ángel Rodríguez, sucesor de Sergio Mora, como un técnico "exigente que siempre tiene al futbolista enchufado, como demostró en el Pontevedra".

El extremeño se refirió a su amarga salida del club como jugador hace cuatro años subrayando que el tiempo transcurrido desde entonces ha ayudado a cambiar las sensaciones. "Te vas con malestar porque era tu casa, pero en cuatro años han pasado cosas. Este año ha habido un acercamiento. Ha habido 'feeling' desde la primera llamada y aquí estoy", esgrimió antes de finalizar su comparecencia. Ninguno de los testigos de su puesta de largo oficial admitió preguntas que no tuvieran relacionadas específicamente con el acto de presentación del nuevo secretario técnico del Hércules.