Dos de julio. Si nada lo impide, restan 16 días para el comienzo de la pretemporada y el Hércules solo tiene dos cosas seguras: los contratos de César Moreno y Sandro Toscano, y la certeza de que las renovaciones más negociables (y urgentes) son las de Nico Espinosa y Raúl Ruiz. Ellos son los únicos a los que se ha hecho llegar una propuesta firme de extensión de contrato (con cantidades exactas y duración concreta) de los seis que, en origen, interesaba que siguieran. Ni Adrián López, ni Bikoro, ni Borja Díaz ni Álex Martínez tienen en su poder documentación a este respecto todavía.

Los dos canteranos son inexcusables para la secretaría técnica, que ha empezado por ellos la reconstrucción de un proyecto que tendrá seguro más de 15 caras nuevas el próximo curso. Tanto al capitán como al extremo sub-23, ambos nacidos en Alicante, les pesa el equipo de su ciudad, les tira emocionalmente el Rico Pérez, pero no quieren que ese vínculo indisoluble se aproveche para retenerles a un precio por debajo de su caché, en el caso del lateral, o de su proyección, en el del joven atacante.

Raúl Ruiz y Nico Espinosa quieren estar más años en el Hércules, es su prioridad, pero la negociación no ha comenzado como a ellos les hubiera gustado. Las dos propuestas que han recibido, las iniciales, reflejan un ligero incremento en sus fichas con respecto a los ingresos del último curso, el que terminó sin la consecución del objetivo deportivo. Para ambos era importante que la relevancia que el club les otorga dentro y fuera del césped se viera reflejada en la oferta. Así ha sido, pero no se ha llegado a lo que los dos anhelaban, está por debajo del rango al que aspiraban.

Raúl Ruiz, de cuclillas, tras consumarse el triunfo del Eldense en el Rico Pérez en la segunda vuelta. Jose Navarro

A pesar de ello, la están sopesando y la propiedad confía en que finalmente se alcance un acuerdo satisfactorio para todas las partes en un año, 2022, marcado por la recesión global de la economía fruto de la inflación como consecuencia del elevado precio de la energía y el estallido de la guerra en Ucrania después del intento de invasión rusa.

El Hércules, que ya aplicó un recorte muy restrictivo a los salarios de la plantilla el pasado verano, cree justo que Raúl Ruiz y Nico Espinosa cobren más porque su rendimiento, su proyección y su peso en el juego y en el vestuario, sobre todo del capitán, así lo recomiendan.

El capitán deseaba que su rendimiento y su responsabilidad en el equipo fueran valoradas por la propiedad

Pero el tope salarial fijado no entusiasma a los futbolistas, que tendrán que responder en los próximos días en un sentido u otro o, como todo apunta, seguir negociando mientras la secretaría técnica avanza, ajeno al ajetreo fuera de las oficinas, en la confección de un bloque competitivo que, como el propio Paco Peña, y su apuesta para el banquillo, Ángel Rodríguez, defendieron en sus respectivas presentaciones, aspire al ascenso desde la primera jornada y pelee en todo momento por el liderato del temible grupo 3 al final de la fase regular.

El cronómetro corre para las dos partes. El mercado se ha activado de manera definitiva y el vaivén de nombres y ofrecimientos es constante... algunos de ellos increíbles en sentido estrictamente deportivo. Lo normal sería que Raúl Ruiz y Nico Espinosa continuaran, el primero porque es la piedra sobre la que sustentar el vestuario; y el segundo porque es el hombre que, en plenitud de forma, sentaba a Abde en el banquillo cuando ambos coincidían en el filial blanquiazul.