En la caótica planificación del proyecto 2022/23 del Hércules había algo que llamaba especialmente la atención: la ausencia de centrales con ficha profesional. Sobre todo teniendo en cuenta el libro de estilo de su nuevo entrenador, Ángel Rodríguez, y las vicisitudes propias del fútbol en Segunda RFEF, en el que la solidez defensiva se apunta como una cualidad fundamental si los alicantinos no quieren repetir errores del pasado y, esta vez, ascender al tercer escalón del fútbol nacional.  

Tras los dos primeros amistosos de pretemporada, frente a Al Wehda y a la selección de la AFE, en los que Rodríguez tuvo que alinear a una pareja de centrales de circunstancias, el técnico blanquiazul ya conoce la identidad del primer central que debería ser parte fundamental de un muro sólido el próximo curso.

Apenas unos minutos después de acabar el amistoso del viernes, el Hércules hizo oficial el fichaje de Marcelo Djaló, un futbolista de 28 años nacido en Barcelona, pero con nacionalidad también de Guinea-Bisau, selección con la que ha sido internacional en 12 ocasiones. Un jugador que llega tras casi un año parado, después de haber rescindido contrato con el Boavista portugués en noviembre de 2021, alegando motivos personales y familiares.

Hasta ese contratiempo, Djaló estaba completando una carrera en la que destacaba, sobre todo, su firma con la Juventus en 2014, pese a que no llegó a debutar con el conjunto italiano, ya que se quedó cedido en el filial del Granada y, el curso siguiente, pasó a préstamo al Girona, donde la competencia le obligó a pasarse un año sin debutar en Liga. La estabilidad la encontraría en Lugo, donde ofreció su mejor rendimiento en dos etapas (2016-2017 y 2019-2021). La primera le permitió fichar por el Fulham inglés, donde apenas tuvo oportunidades, y la segunda hacerlo por el Boavista.

Djaló destaca por su presencia física (1,92 metros de altura y una gran corpulencia), aunque en el Hércules son conscientes del tiempo que lleva inactivo y lo ideal será hacerle un plan específico de trabajo para que se pueda integrar en la dinámica de grupo cuanto antes. En él, Paco Peña y Rodríguez esperan tener también un bastión en el juego aéreo, un líder con experiencia y un futbolista que no tiemble en los momentos calientes de la temporada.

Más fichajes

Pese al fichaje de Djaló, el Hércules aún tiene que acometer más refuerzos en la posición de defensor central. Felipe Chacartegui, cuyo puesto principal es el de lateral aunque también pueda actuar en el eje de la zaga, y el canterano Dani Marín han sido la pareja que el técnico ha utilizado en los dos primeros amistosos del verano.

El resultado, de momento, es inmejorable, pese a que hay que tener en cuenta la entidad de los rivales. El Hércules ha dejado la portería a cero en los dos partidos y no ha sufrido defensivamente. Esta es una costumbre que se desea tener durante la Liga, por lo que en este sentido se respira un ambiente optimista tras estas primeras pruebas. La siguiente llegará el martes, en el Rico Pérez, con el Castellón como rival. Esta será una oportunidad para calibrar el estado general del equipo y, en particular, de una defensa que aún debe añadir más efectivos a los que actualmente dispone el cuerpo técnico de la escuadra alicantina.