Mismo sol, misma ciudad... entorno diferente. Del Intercity al Hércules en un solo verano. Emanuel Maximiliano Ribero (Rosario, 22 de diciembre de 1997) ha sentido en propia piel la distancia emocional que existe entre los dos clubes de la capital. En solo un encuentro amistoso, en plena canícula abrasiva, fue a verle jugar al fútbol más gente que en todo el curso anterior, el que culminó con su ascenso a Primera RFEF. La dictadura numérica, la que divide a los clubes por categorías, no tiene en cuenta (porque no debe) eso otro que hace sentirse plenos a los futbolistas: el arropo de la grada. «Estoy muy contento con el cambio de equipo. Sé al club que llego. Ver a más de 4.000 personas en la grada durante un amistoso de agosto te coloca en tu sitio. Fue impresionante y eso demuestra lo grande que es el club al que he venido», explica el mediocentro de Newell’s Old Boys, cuyos derechos deportivos han pasado a ser del Hércules.

«No me sorprendió el trato que me dio el Intercity porque conozco bien el club, me lo tomé con calma» «Es un lindo desafío jugar en el Rico Pérez, espero estar a la altura de este club y no fallarle a Paco Peña»

Maxi Ribero - Pivote defensivo del Hércules

Maxi aprendió el año pasado una cosa: en argentina se permite mucho más contacto que en España. No saberlo, le costó una expulsión el curso anterior frente al Mar Menor, en San Javier. «He corregido algunos defectos que tenía cuando llegué porque no conocía este fútbol, no lo había vivido. Ahora ya sé cómo tengo que actuar para que se vean sobre el campo todas mis cualidades», asegura el rosarino.

Su salida del Intercity pese a ser uno de los fijos de Siviero desde su llegada al equipo en enero no le gustó, pero tampoco le sorprendió. «Conociendo bien el club que es, no me llevé una sorpresa. Me lo tomé con calma y no me volví loco. No quiero estar donde no se confía en mí. Por eso para mí es tan importante responder a la fe que tiene en mí Paco (Peña). Espero poder devolvérsela, que no se tengas que arrepentir nunca de esta decisión. Me encanta la ciudad, la gente, el estadio. No les puedo fallar», repite Maxi, que no le guarda rencor «a nadie».

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Maxi y Manu Navarro consideran un salto en su carrera fichar por el Hércules Tony Sevilla

«Para conseguir un objetivo como el que nosotros perseguimos, ascender siendo primeros tratando de liderar el grupo desde el minuto uno, lo más importante es poner por delante al grupo y pelear siempre, hasta el final», receta el pivote argentino. «Es un lindo desafío jugar en un estadio como el Rico Pérez. Sentir el apoyo del público frente al Castellón en un simple amistoso evidencia que el paso que he dado ha sido el correcto en mi carrera», subraya el ex del Intercity.

«Un campo que apoya, es un campo que empuja a sus futbolistas, que no deja que desfallezcan, que siempre está encima, que exige, pero sin dejar de animar. Eso ocurre con más naturalidad cuando la grada siente que los jugadores lo están dando todo, que no se dejan nada, y ese es el reto que nos marcamos todos, por eso tenemos tantas ganas de que empiece la Liga», confiesa el centrocampista, que se siente cómodo en el trivote que parece tener claro Ángel Rodríguez en su sistema de juego.

Manu Navarro posa con la bufanda del centenario del Hércules tras su presentación. TONY SEVILLA

Al lado del mediocentro, el canterano del Rayo Manu Navarro escucha con atención. La competencia en su puesto es alta, pero más que eso le preocupa adaptarse a su nueva situación: «Es la primera vez que estoy solo en una ciudad y todavía no me he acostumbrado del todo a que me falte mi gente. Pero este es un paso importante y mejor darlo en este club que en cualquier otro de la categoría», admite el joven mostoleño, que en octubre cumplirá 22 años.

«Puedo ser un 6 o un 8. Me gusta tener la pelota, moverla rápido. En un equipo que quiere el balón, que aspira a dominar los encuentros, me voy a sentir muy cómodo», dice Manu. «Si la competencia entre los compañeros es sana, el equipo siempre crece», destaca el refulgente activo rayista.