El partido de este domingo (12 horas) se jugará sobre un césped en pleno proceso de resiembra. La premura a la que obliga el calendario (que este año no ha facilitado dos salidas consecutivas para poder completar el proceso con más garantías) hará que el terreno de juego del José Rico Pérez esté en unas condiciones óptimas, aunque lejos de su mejor versión.

El choque se podrá disputar sin problemas y la apariencia de la superficie será la correcta, pero el asentamiento de las tiras de hierba (tepes) dispuestas a lo largo de todo el campo necesitará de otros 15 días para no cerrar en falso el ciclo natural y alcanzar su plenitud, algo a lo que ayudará que no se produzcan heladas recurrentes en las noches venideras.

Al margen de la sustitución del césped, también preocupa la evolución de uno de los cuatro futbolistas que no estarán a disposición de Ángel Rodríguez para medirse con el conjunto catalán.

Jack Harper sigue sin saber qué tiene exactamente porque la resonancia magnética a la que se le sometió el jueves por la noche no es concluyente debido al «derrame articular en la rodilla», que todavía persiste, y que obligará a repetir un nuevo examen médico la semana que viene, cuando remita el doloroso edema óseo que persiste en la tibia, provoca la inflamación de la articulación e impide tomar imágenes nítidas de la zona afectada.

Aunque falta por determinar el margen de recuperación, la evolución lenta de las causas que motivan la dolencia del ariete ya indican que el tiempo de rehabilitación será, en el mejor de los casos, de un mes, de manera que nadie en el seno del club, menos aún los servicios médicos, confía en que pueda volver al equipo antes de que se reanude la Liga en enero tras el parón de Navidad.

Los otros tres jugadores que no participarán en el duelo dominical son Ander Vitoria y Nico Espinosa, ambos debido a lesiones musculares, y Felipe Chacartegui, que debe cumplir un partido de suspensión tras completar el cupo de cinco amarillas el pasado domingo en Terrassa.