Hércules-Mallorca B: tres puntos innegociables

Tengamos un partido en paz. Lo dice sin verbalizarlo Manuel Escobar, convencido de que no se puede abusar del beneplácito del destino, que atesora un humor muy variable y un sentido de la justicia bastante arbitrario. Los tres triunfos que suma el preparador extremeño desde que aterrizó en Alicante han requerido de una remontada; la última, agónica, sellada en 120 segundos después de encajar el 0-1 en el minuto 83.

La sobredosis de fortuna es tan evidente que resulta imposible convencerse de que se pueda tornar en costumbre. Hay que empezar a controlar los partidos, llevar el peso y, sobre todo, no cometer fallos de valor gol detrás. El sino ofensivo ahora fluye a favor de corriente, lo que no cambia por más jornadas que se quemen es la facilidad de los rivales para batir a Carlos Abad, el verdadero lastre de un proyecto que camina por un fino alambre de papel charol.

El CD Ibiza no había ganado ninguno de sus compromisos como visitante antes de jugar en el José Rico Pérez. Cuatro tantos sumaba en 9 encuentros y aun así, celebró uno en Alicante. El calendario ha querido que el siguiente en pasar por el estadio blanquiazul sea otro club con enormes dificultades para rentabilizar sus traslados a la Península.

Los números del filial mallorquinista en este aspecto son todavía peores. El conjunto del pelirrojo Julián Robles solo ha hecho dos dianas en 810 minutos. Ha caído en todos sus viajes y únicamente ha salvado dos puntos jugando como foráneo (en Olot y en Paterna) y en ninguno de los casos lo consiguió viendo puerta.

Con la defensa en cuadro tras deshacerse de Marcos Bravo, Dylan Leiva y Joan Truyols, Lolo Escobar recupera a Míchel arriba, pero pierde al sancionado Jean Paul

El Mallorca B, antepenúltimo, recién ascendido, solamente ha pasado una jornada fuera de la zona de descenso, y muy al principio, en la 4ª semana. En ningún momento se ha cuestionado la continuidad del exfutbolista del Real Valladolid al frente del vestuario y eso da una idea del objetivo real que tiene la entidad con respecto a su segundo equipo: formar por encima de la obtención de resultados. En la ida, en la jornada inaugural, el Hércules de Ángel Rodríguez fue superior en buena parte del choque, aunque la falta de fondo físico pesó en el tramo decisivo. Aquel día, Ander Vitoria todavía era la gran baza atacante del Hércules. Todos esperaban mucho del delantero que anotó diez tantos en Primera RFEF con la Cultural solo unos meses antes.

El vasco, esa mañana, sobre la hierba algo seca del Antonio Asensio, evidenció su muy mejorable condición física, malogró ocasiones bastante claras nada más arrancar el encuentro. Este domingo (a las 12 horas) tiene la posibilidad de comenzar a enderezar su estancia intrascendente en el equipo alicantino. Sería, además, una buena forma de celebrar su aniversario: en esta matinal dominical cumple 33 años.

Luque Junior y José Artiles han superado el test de esfuerzo y pueden jugar en cuanto el técnico lo considere oportuno, incluso de partida

Lolo Escobar ha insistido toda la semana con él como referencia arriba, aunque también ha trabajado variables con Artiles y Alvarito en diferentes momentos. Lo normal –porque su salida del equipo en este mercado de invierno es extremadamente improbable por lo elevado de su ficha– es que se le trate de recuperar aprovechando la suspensión a Jean Paul, que también estará fuera el domingo que viene en Badalona, de nuevo al mediodía.

El preparador de Don Benito recupera a Míchel tras su ausencia por acumulación de amonestaciones y dispone de dos nuevas variables arriba, las que le aportan Luque Júnior y el exdelantero del Mérida que ya debutó hace siete días. La preocupación detrás se mantiene. Con Truyols, Dylan y Marcos Bravo dados de baja, solo queda Víctor Eimil para hacer frente a posibles sustituciones, así que lo normal es que de nuevo se vuelva a contar con algún zaguero del filial.