Fallece el socio número 1 del Hércules: Rafael García Ripoll

El Hércules, y toda la familia blanquiazul, ha perdido a Rafael García Ripoll, el socio que tenía el honor inefable de portar con orgullo el número 1 en su carné de abonado. Este insigne herculano de cuna ha fallecido esta mañana a los 98 años de edad, tal y como han confirmado sus familiares. Don Rafael nació en Alicante cuando la entidad apenas sumaba 3 años de existencia federada y desde muy joven formalizó su alta como abonado, una condición que jamás ha abandonado desde los años treinta hasta su fallecimiento este 2 de junio.

Recientemente, participó activamente en los diferentes actos conmemorativos del siglo de vida del Hércules. Mantenía, en sus propias palabras, "la ilusión del primer día", y dio gracias públicamente por haber podido vivir, con lucidez y enorme sentimiento de pertenencia, el centenario de la entidad "en primera persona".

Rafael García Ripoll fue el verdadero protagonista del acto oficiado en la concatedral de San Nicolás el pasado 20 de octubre. Allí fue arropado por la plantilla y, entre otras autoridades, por el alcalde de Alicante, Luis Barcala, antes de realizar la ofrenda al patrón del conjunto blanquiazul y a la patrona de Alicante, la Virgen del Remedio. «Es una alegría ver a los jugadores y que te saluden. Estoy contentísimo por haber seguido al Hércules toda mi vida», señaló el socio más longevo de la entidad alicantina tras el acto religioso encabezado por el capellán Joaquín López.

«Mi mejor recuerdo han sido los ascensos a Primera División. Todos", afirmó Rafael, que tenía muy claro quien, a su juicio, había sido el mejor entrenador que ha tenido el equipo en diez décadas: «Arsenio Iglesias ha sido para mí el mejor entrenador", declaró el mismo día que se encargó de realizar el saque de honor en el encuentro entre leyendas blanquiazules y de la selección que sirvió para celebrar sobre el césped del José Rico Pérez el Centenario del Hércules el pasado mes de octubre.

Rafael García Ripoll, rodeado de sus seres queridos hasta el final, llevó su herculanismo con él a donde fuera, también en los peores momentos. Su condición de socio fue irrenunciable. Descanse en paz.