Hércules CF 2-0 Real Murcia

El genio herculano tumba al líder Murcia

El Hércules doblega al Real Murcia en un gran partido de fútbol jugado de tú a tú y resuelto con dos goles de Soldevila y Nico

Los alicantinos crecen a lo largo del encuentro con mayor intensidad y control del juego

El Rico Pérez vibró con la victoria ante un Murcia que desplazó cerca de 3.000 personas

El Rico Pérez vibró con la victoria ante un Murcia que desplazó cerca de 3.000 personas / Héctor Fuentes

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Velada eléctrica, apetitosa, repleta de luces, de olores potentes, de hierba recién cortada. Momentos ilustres que retrotraen al tiempo en el que ser feliz era costumbre y se vivía sin pantallas. Dos hinchadas relucientes, orgullosas. Y un campo casi repleto que pide más noches como esta... y más seguidas. Es fácil acostumbrarse al gusto por el buen juego, a la violencia relativa, al quiero y puedo, al si no me frenas, me da igual que seas el líder, voy a pasarte por encima, a presumir de fortaleza.

Hércules y Real Murcia protagonizaron anoche otro episodio hermoso de su lacerante rivalidad, una que no se disimula a pesar de que sean bastantes más las cosas que unen ambas historias centenarias que las que las separan. Una pugna vibrante, llena de matices, de trazos gruesos y acabados con tiralíneas, de fútbol apasionante con dos equipos comportándose de manera valiente, sin escatimar, sin eludir la responsabilidad de ganar en un estadio entregado al placer de animar, de ser parte de un deseo, de sentirse vivo tras muchos años narcotizado por los vapores de la miseria. Más de 15.000 personas presentes en un espectáculo que valió para que los alicantinos volvieran a ganar casi un mes después.

No fue fácil, pero sí espectacular. Yendo de menos a más. Creciendo. Ganando terreno. Sin dejarse amedrentar por los fallos, por ese miedo que provoca el exceso de responsabilidad cuando sabes que hay mucho en juego, que un vendaval de gargantas te suplican la victoria frente a un enemigo íntimo... uno que se ha gastado más, pero no necesariamente mejor.

La tensión provocó errores en la zaga local, imprecisiones, concesiones de valor gol, pero el equipo grana, diligente, meteórico, enorme en la presión, no acertó a materializarlas, a subirlas al marcador. Primero se equivocó Josema, dos veces, y luego Carlos Abad. En las tres, las correcciones de Montoro, Sotillos, omnipresente, y Retuerta resultaron trascendentales.

Reacción desde el orden táctico

Superado el mal trago, después de 15 minutos confinado en campo propio, Colomina decidió poner fin al desorden, equilibrar las fuerzas. El mediocentro inició un magisterio de dominio del espacio, de interpretación de las líneas de pase, de control, de giro y distribución, y el Hércules se desperezó. El balón empezó a llegar con regularidad a Nico, Aranda y Soldevila y el Murcia, cómodo con la línea adelantada, empezó a ceder terreno, a volver sobre sus pasos hasta que, en esa incomodidad, en un despiste provocado por el empuje local, Dani Romera, por fin, salta a la presión, pugna por un balón dividido, fuerza la confusión del portero y del central, que se chocan, dejan la pelota muerta, desamparada en el área grana, hasta que la caza el máximo realizador blanquiazul para adelantar a los suyos a los 25 minutos (1-0).

Hércules y Murcia reviven su rivalidad

Héctor Fuentes

El Murcia se recompuso rápido. No dejó que el revés le trastocara los planes y continuó asomándose al área para seguir probando la solidez del fichaje más rentable del Hércules en los últimos años. Carlos Abad respondió a todas sin pestañear. Ni siquiera los posibles dos penaltis, uno claro sobre Pedro León, malograron la tozuda estrategia de contención del Hércules.

El primer tiempo se hizo corto, lo mismo que el descanso, del que los blanquiazules regresaron más enchufados, más activados, menos distraídos. Eso les permitió adueñarse del partido, del ritmo, de los viajes al área bien organizados, bien conducidos, con muchos jugadores participando hasta que en uno de ellos, Colo conecta un envío desde la banda derecha para habilitar a Romera a espaldas del lateral.

El delantero se apoya en Solde, que le da continuidad a la acción asistiendo rápido al hombre que llega liberado, pleno de revoluciones, con el brazalete de capitán a punto de estallarle en el brazo.

Nico se quedó solo delante de Gazzaniga, le dio tiempo a levantar la cabeza, mirarle a los ojos y batirle por bajo. El capitán corrió para celebrarlo, febril, desbocado, henchido de grandeza, de la misma que sintieron los más de 15.000 herculanos que de nuevo se identificaron con su plantilla. Un día bonito. Ojalá no se acaba nunca.

► HÉRCULES: Carlos Abad; Sotillos, Montoro, Josema, Retuerta; Mario García, Roger Colomina (Mangada 83’), Aranda (Richie 83’); Nico Espinosa (Javi Moreno, 76’), Romera (Coscia 67’) y Oriol Soldevila. 

► MURCIA: Gazzaniga, David (Mier 55’), Antxon, Marín, Carmona (Kenneth 64’); Real, Moha, Pablo Larrea (Alcaina 55’); Pedro León (Rojas 69’), Pedro Benito (Carrillo 55’) y Loren Burón.  

► GOLES: 1-0, Min.24: Soldevila. 2-0, Min.50: Nico Espinosa.

► ÁRBITRO: Luis Bestard Severa (Palma de Mallorca).

► TARJETAS: Amonestó a Sotillos, Aranda, Josema, del Hércules, y a Rojas, del Murcia.

► INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 5ª jornada en el grupo 2 de Primera RFEF disputado anoche en el José Rico Pérez con 15.405 espectadores en la grada, según el dato oficial facilitado por el club. Las dos Belleas del Foc de Alicante, adulta e infantil, Alba Muñoz y Martina Lloret, realizaron el saque de honor en la víspera de la mascletà dedicada al Hércules.

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