Hércules 1-2 Atlético Madrid B

El Hércules pierde los papeles... y su primer partido en Alicante

Los blanquiazules ceden ante la fortaleza física del filial rojiblanco y terminan desquiciados justo después de lograr el empate

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Noche ingrata, desapacible en todos los sentidos, difícil de digerir, con dos equipos en alerta, enseñándose los dientes, marcándose, retándose en cada duelo, pero con uno solo sobre el césped con capacidad suficiente para golpear en serio... y tumbar. La primera derrota del Hércules en su estadio desde el pasado mes de febrero llegó de la forma más inesperada, siendo inferior en lo que menos se espera cuando quien está delante es un filial: el físico, la pujanza, la fuerza del barrio.

La igualdad la rompió la competitividad de una idea, la vigencia de una filosofía que permea todas las categorías del Atlético de Madrid, la que destila Diego Pablo Simeone y ha sabido reproducir justo quien menos parecía que debía hacerlo: el Niño Torres, el hombre que deslumbró con una plasticidad futbolística ejemplar, deslumbrante. Con ella ganó todo lo que se podía ganar y ahora, sin renunciar a ella, como entrenador, añade a su estilo el músculo que le rebosa debajo del chándal. A veces no pierdes, a veces lo que sucede es que te ganan.

Rubén Torrecilla saluda a Fernando Torres antes del comienzo del partido en el Rico Pérez de Alicante.

Rubén Torrecilla saluda a Fernando Torres antes del comienzo del partido en el Rico Pérez de Alicante. / Alex Domínguez

El filial fue más duro, más paciente, menos atribulado. Aguantó la presión alta de Torrecilla, la incomodidad de las salidas del balón que le provocó la primera línea de contención, el bloque alto, la generosidad de los esfuerzos de todo el plantel blanquiazul. Lejos de esconderse, de cometer fallos, el equipo madrileño fue ganándose cada metro del campo, cada salida sin perder ni el orden ni la concentración.

La expulsión de Javi Moreno remata otra noche con incidentes en la grada tras el tanto de la victoria de Janneh

El Hércules tenía más la pelota, pero jugando muy poco por dentro, desocupando el carril central, sin encontrar el hueco por el que colarse en una defensa muy bien plantada, atenta a todas las ayudas, a los cruces, a las posibles rupturas, obligando a su rival a moverse por el exterior. En esa inercia, apenas unos pocos disparos lejanos, sin peligro, y un envío al área al que Agustín Coscia no llegó porque Giménez se lo impidió bordeando de más el penalti. El árbitro, como tantos otros en Alicante, no lo consideró suficientemente punible, así que se encendió una mecha que, con el paso de los minutos y las decisiones rugosas, terminó prendiendo en el campo y en la grada... ¡por tercera vez en lo que va de ejercicio!

Desbarajuste

El intercambio de golpes lo acabó resolviendo el Atleti B con una contra inteligente en la que Samu Vázquez, proyectado en ataque, se quedó descolgado. Nadie cubrió su ausencia en el lateral, todos, como hipnotizados, corrieron hacia la pelota sin hacer cuentas, sin ver que el hombre más peligroso, Mollejo, el único con libertad para encontrar debilidades, entraba en el área solo, libre de marca. El toledano agradeció la asistencia con un disparo cruzado que superó a Carlos Abad.

Nico Espinosa se marcha por velocidad de su marcador durante el duelo contra el Atlético de Madrid B.

Nico Espinosa se marcha por velocidad de su marcador durante el duelo contra el Atlético de Madrid B. / Alex Domínguez

El Hércules dominó sin mandar y presionó sin maldad, así que se marchó al vestuario por detrás en el marcador. Fernando Torres prefirió reordenar a sus hombres, realizó un cambio tras la reanudación y adelantó la línea para evitar caer en la tentación de permitir el crecimiento del Hércules, que continuó con su desgaste físico, pero sin incordiar, estrellándose, casi siempre, en la corpulencia de Selu Diallo, hasta que en el único gesto de fragilidad colchonera, Nico Espinosa devolvió las tablas. El capitán le ganó la posición a Boñar en la línea de gol y metió la cabeza lo suficiente para que el rechace del portero al cabezazo de Coscia, un paradón, terminara dentro de la portería.

Ahí debió cambiar el signo de la contienda, en ese instante en el que el Rico Pérez, reducido a la mitad por la enorme competencia de eventos planetarios a la misma hora, empezó a bullir, a bramar en busca de la remontada. El Atleti B sacó a relucir su temple, el temperamento del Cholo, y en vez de recular, creció.

Lo hizo con el balón, sin dar pasos atrás, con una exhibición de fortaleza, de combinación de puñetazos y caricias muy productiva hasta que, tras las rotaciones del Niño, Rayane se fue de todos en la frontal, filtró un pase a Luque dentro del área, que, con un solo toque, descargó sobre Janneh y este no perdonó beneficiándose de su evidente soledad a escasos cinco metros de Carlos Abad. Pudo celebrarlo ahí mismo, pero no lo hizo, frenó su carrera hacia la equina, dio media vuelta y corrió en busca del otro córner, el de la grada de animación, y se plantó allí desafiante.

El incidente

La inmensa mayoría se contuvo, pero dos entraron al trapo, uno tiró algo y le dio de lleno en la cabeza a Jano. Otro, igual de necio, aún más desubicado, le insultó con gestos que no hay forma de erradicar del fútbol en pleno siglo 21. Ahí murió el Hércules. Se dejó cegar por el desprecio, por el desplante, por la superioridad física de su adversario. Y se fue desquiciando. Dejó de jugar, de buscar el gol. Lo único que hizo de ahí al final fue dar un patadón que le valió a Javi Moreno la roja directa. Primer tropiezo en Alicante y una gran lección de vida: las pataletas solo sirven si eres niño y no te apellidas Torres.

Josema Gómez no acierta a rematar rodeado de contrarios.

Josema Gómez no acierta a rematar rodeado de contrarios. / Alex Domínguez

FICHA TÉCNICA



► HÉRCULES: Carlos Abad, Montoro, Josema, Roger Colomina (Mendes, min. 91), Coscia, Nico Espinosa (Dapaah, min. 81), Javi Moreno, Mario García (Mangada, min. 81), Samu Vázquez, Retuerta y Antonio Aranda (Soldevila, min. 59).

► ATLÉTICO B: Iturbe, Martín, Julio Díaz (Martínez, min. 62), Boñar (Rayane, min. 77), Serrano, Diego Bri (Luque, min. 77), Adrián Niño (Jano Monserrate, min. 57), Spina, Diallo, Giménez y Mollejo (Janneh, min. 77). 

► GOLES: 0-1, Min. 38: Víctor Mollejo. 1-1, Min. 60: Nico Espinosa; y 1-2, Min. 84: Janneh.

► ÁRBITRO: José David Martínez Montalbán. TARJETAS: a ‘Retu’, Mario García, Nando Almodóvar y Mangada, del Hércules; y a Martínez y Janneh, del Atlético de Madrid B. Además, expulsó con roja directa a Javi Moreno (90’)

► INCIDENCIA: Un aficionado lanzó un objeto que impactó en la cabeza del jugador del Atlético B Jano. 

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