Hércules 1-0 Sevilla Atlético

Carlos Abad salva y Aranda resuelve

Un gol extraordinario de atacante granadino antes del descanso da tres puntos vitales a un Hércules sometido en la primera mitad

Pedro Rojas

Pedro Rojas

A veces, muy pocas, no hace falta mucho para ser feliz, para sentirte pleno, para dejar a quien corresponda con un palmo de narices. A veces, las menos, te basta con cinco segundos, con el poco tiempo que tardas en deshacerte de dos rivales en carrera, armar la pierna y pegar un derechazo desde 25 metros que se cuela por la escuadra. En un instante cubres el hueco que te ha dejado en el alma la desconfianza de tu entrenador. Así de fácil. Así de difícil. Así de puñetero es existir. 

Antonio Aranda gozó, vivió su mañana más alegre en mucho tiempo, salió vitoreado del estadio y abrazado con ternura por su técnico, su amigo, el hombre que le trajo a Alicante para sacar de él lo que sobresale a simple vista, una calidad enorme, y lo otro, lo que debe tener como deportista, una condición física aceptable. Este domingo de azul intenso le bastó con lo primero. Lo segundo todavía está por ver porque de su falta de pericia en el extremo zurdo también pudo depender directamente la derrota. Así de caprichoso es el fútbol. Defiendes de forma muy deficitaria durantemedia hora, escuchas los gritos de tu entrenador recolocándote en el campo sin parar y al final salvas el pellejo de milagro porque tu equipo firmó a su futbolista más rentable de los últimos años hace dos temporadas para sobresalir como portero.

Carlos Abad salva una ocasión clara de gol del Sevilla Atlético en la victoria del Hércules, en Alicante.

Carlos Abad salva una ocasión clara de gol del Sevilla Atlético en la victoria del Hércules, en Alicante. / Alex Domínguez

Los fallos de marca de Aranda, su dificultad para ir y venir por la banda con criterio, sin resuello, le valieron al filial del Sevilla para viajar al área de Carlos Abad suelto, ágil, y la mayoría de veces, con mucho peligro. Menos mal que se toparon con la mejor versión del guardameta canario, que desbarató tres mano a mano cristalinos, un disparo frontal tremendo (rehaciéndose tras realizar otra parada formidable), y un tiro a bocajarro con otra maniobra descomunal. Ibra, Bakary Sow, García Pascual y Sierra tendrán pesadillas con él. Fue un rato largo de sometimiento, de no saber cómo circular la pelota ni cómo contener el ataque hispalense. Un periodo de incertidumbre y gesto serio en la grada, de flirteo con el desastre, con la cara menos amable de un bloque gastado que pareció quedar sepultado bajo el fango de la DANA.

El portero canario realizó cinco paradas transcendentes y dejó su portería a cero seis jornadas después

Pero no. El Hércules se aferró a la única ley del balompié que le podía salvar, esa que dice que si perdonas a un «grande» lo terminas pagando. Carlos Abad sostuvo al equipo a base de intervenciones transcendentales, haciéndose gigante, cerrando cualquier mínimo hueco por el que poder colarle un balón de cuero. Treinta y nueve minutos de asedio visitante que se apagaron justo después, cuando un virtuoso, un tipo diferencial, se encontró con la pelota justo donde mejor la trata.

Antonio Aranda festeja su segundo tanto con la camiseta del Hércules.

Antonio Aranda festeja su segundo tanto con la camiseta del Hércules. / Alex Domínguez

Arrancó pegado a la cal y activó una diagonal pasmosa, eléctrica. En carrera, se deshizo de dos adversarios con pequeños cambios de ritmo hasta que se vio donde quería, a 25 metros de la portería y se inventó un golpeo seco, tenso, que salió de su bota como un obús sin apenas describir parábola, volando recto, buscando la escuadra. Su chut acabó acariciando la cruceta y botando por detrás de la línea de gol.

La eclosión de la grada estuvo al nivel de su disparo... y de su celebración. Corrió como un chiquillo, descontrolado, dando saltos, señalando a alguien del público, luego al cielo, regalando una obra de arte que, después de todo lo anterior, revivió al Hércules... y justificó a Torrecilla.

José Artiles intenta deshacerse de la presión de dos defensores del Sevilla Atlético en la sexta victoria del Hércules.

José Artiles intenta deshacerse de la presión de dos defensores del Sevilla Atlético en la sexta victoria del Hércules. / Alex Domínguez

Ese tanto a cinco minutos del descanso compensó el desequilibrio e igualó las fuerzas. Al Hércules empezó a costarle menos llegar antes a los duelos, ganar terreno, adelantar sus líneas, sacudirse la presión. Pudo, incluso, hacer circular la pelota, encontrar al hombre libre en los extremos, buscar a Coscia, hundido en su enésima batalla en solitario contra dos zagueros sólidos, recios.

El oxígeno del tanto y la promesa de los tres puntos rejuvenecieron al equipo, que tuvo muy claro que no podía volver a cometer los errores infantiles del Nuevo Colombino. El técnico fue refrescando la contención con sustituciones precisas, volviendo loco a Alvarito, que actuó de extremo por la izquierda, jugó como lateral diestro cuando salió del partido Samu y terminó ejerciendo de extremo diestro cuanto entró Montoro para acabar de echarle el cerrojo a una contienda que comenzó rematadamente mal y terminó con una fiesta dominical edificante sobre la que sustanciar el futuro, el de una entidad que no puede asomarse nunca más al abismo... por lo que pueda pasar.

FICHA TÉCNICA

► HÉRCULES: Carlos Abad; Samu Vázquez (De Palmas 77’), Sotillos, Josema Gómez, Retuerta; Mangada, Roger Colomina (Mario García, 77’), Artiles; Javi Moreno (Montoro (85’), Coscia (Dani Romera 77’) y Aranda (Alvarito 69’).

► SEVILLA B: Romero; Darío, Ramón, Castrín, Hormigo (Sergio 46’); Mateo Mejía, Rivera (Jalade 84’), Manu Bueno, Sierra (Bakary Sow 75’); Sow (Ciria 57’) y García Pascual (Antonetti 57’).

► GOL: 1-0, Min. 40: Aranda.

► ÁRBITRO:  Alexandre Alemán Pérez (Las Palmas). 

► TARJETAS: Mostró cartulinas amarillas a Darío (28’), Mejía (35’), Antonetti (63’), Manu Bueno (93’) y R. Martínez (93’), del Sevilla B; y a Roger Colomina (38’), Aranda (45’) y Retuerta (80’) , del Hércules. Expulsó al entrenador visitante Jesús Galván (17’ y 80’).

► INCIDENCIAS: Partido jugado en el estadio José Rico Pérez de Alicante correspondiente a la jornada 15 en el grupo 2 de Primera RFEF. 8.529 espectadores presentes en la grada.

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