Mérida 2-1 Hércules

El Hércules insiste en pecar de blando

Los blanquiazules permiten otro remate fácil que le cuesta el partido después de haber empatado de penalti en el minuto 81 

Pedro Rojas

Pedro Rojas

El suplicio de viajar, de recorrer distancias que no van a ninguna parte, que casi siempre acaban mal. Episodios que se repiten, que no hay forma de cambiar, tan calcados que cuesta diferenciar los unos de los otros, que te sumergen en estados de narcolepsia, de espesura emocional. Subirte al autocar para atravesar el país justo por la mitad y no comparecer, o lo que es peor, hacerlo a medias, conformándose con que los goles en contra que parecen claros no entren, que los pare Carlos Abad o sencillamente se escapen fuera del marco. Pero siempre no se puede fiar uno de la honestidad de la fortuna, del arbitrio de la suerte, que te sonríe con la misma naturalidad con la que te desprecia. Quinta derrota en ocho salidas. Mala barraca.

El Hércules pierde en Mérida como en las otras cuatro ciudades en la que no ha sumado ni un punto, atacando sin atacar, reaccionando después de encajar el 1-0 y conformándose después de marcar, siendo blando, manso, quebradizo. Dejándose pisar, morder, acorralar, echándose atrás y, pese a ello, no defender con energía, con cabeza, con la disciplina marcial que requiere sumar puntos cuando no disparas a puerta y ligas tu destino a la pericia de tu guardameta. Un equipo con dos velocidades, la que exhibe como local y la que le lastra como visitante, sin un patrón futbolístico que le acerca al área enemiga, renunciando al juego por dentro, basando la mayor parte de la acción ofensiva en aventuras individuales, en gestos aislados, en latigazos desde muy lejos que se convierten en los mejores tantos de la jornada precisamente por eso, porque son insólitos, porque no se parecen a nada.

Los extremeños firman las mejores ocasiones y de nuevo Carlos Abad evita un descalabro mayor

Al Hércules de Rubén Torrecilla le sobra entrega, fe en el ideario de su entrenador, en la fuerza del grupo, pero le falta sentido coral, que haya de más de dos futbolistas cerca de la pelota, que exista una mínima capacidad de circulación para amasar jugadas que dificulten al adversario la espera en su campo. Sin eso, sin la posibilidad de sumar talento diferencial arriba para no exponer aún más las debilidades defensivas, costará sacar adelante los partidos a domicilio, es verdad, pero debería bastar para conservar al menos un punto.

Once titular del Hércules en el Nuevo Colombino con Sotillos como lateral izquierdo.

Once titular del Hércules en el Romano José Fouto con Sotillos como lateral izquierdo. / LOF

Si no pasa es porque hay algo en el motor del bloque que falla de manera exasperante cuando los encuentros llegan a su final. Ayer, como siete días antes, las mejores ocasiones fueron para el Mérida, esta vez tanto en la primera y como en la segunda parte. Manos a mano, disparos librados cerca del arquero, remates muy próximos a la línea de gol y todo aderezado con malas decisiones como la de agarrar a un delantero más de tres segundos mientras le persigues delante de la cara del árbitro.

Eso fue lo que hizo Samu nada más comenzar el segundo acto, justo a la salida de un córner. Hasta ese instante, Liberto Beltrán, puede que extramotivado por su pasado franjiverde, se encargó de encontrar todos los puntos débiles de los blanquiazules, especialmente esos que surgieron a la espalda de Josema y de Sotillos, y que él aprovechó con excelencia.

La entrada de Alvarito en la segunda parte da impulso al ataque, poco ambicioso en la primera hora de juego

El 1-0, el tanto que premió la superioridad local, nació de un córner botado desde el perfil del central diestro escorado en esta ocasión al lateral zurdo. El envío desde la esquina, fácil, sin aparente peligro, lo recogió Liberto mientras Samu le abrazaba de más. Avanzó sin zafarse del defensa y se fue al suelo sabiendo que el colegiado lo veía sin ninguna dificultad. Le señalaron la pena máxima. Agarró la bola, la colocó él mismo y la pateó con delicadeza engañando a Carlos Abad, que se venció al otro lado un poco antes.

Por detrás... otra vez

El Hércules acusó el martillazo, pero su rival, tras los seis tantos que le endosaron en Valdebebas la jornada anterior, no hizo sangre. Pudo cerrar el choque cuatro minutos después, pero el tiro cruzado de Javi Eslava lo desvió providencialmente el portero insular a pesar de que el árbitro señaló saque de portería.

La entrada de Álvaro por Colomina, primero; y la de Romera por Aranda poco después, despejó la espesura del centro del campo y agilizó el ataque. Se desplegó el Hércules, creció y, a ocho minutos de la conclusión, Manrique Antequera interpretó de igual manera un agarrón a Álvaro semejante al que valió para abrir el marcador. El extremo no vaciló, no miró a nadie, se adueñó de la pelota, lanzó y marcó con enorme potencia.

Alvarito revoluciona el ataque del Hércules tras el 1-0 marcado por el Mérida en el Romano José Fouto.

Alvarito revoluciona el ataque del Hércules tras el 1-0 marcado por el Mérida en el Romano José Fouto. / LOF

Era el momento de demostrar (y demostrarse) eso tan manido de que las derrotas sirven para aprender, para corregir fallos, para avanzar librándose del peso de la culpa. Pero no. Esta vez tampoco. Fue imposible disimular la dificultad de Sotillos para completar con éxito la extraordinaria tarea de defender fuera de su posición. Y quien le tenía que maquillar los defectos, tampoco le ayudó, así que un centro lateral, otro, el enésimo desde el flanco sin encimar al pasador, llegó volando al estómago del área, donde ni Josema ni Mario García se repartieron bien el espacio renunciando al ideal de despejar. Raúl Beneit, el más alto de todos, saltó sin oposición y acuchilló al Hércules en el 85, solo cuatro minutos después del 1-1.

Otro cabezazo franco, limpio porque nadie valoró el punto salvado desde los 11 metros como un tesoro tras haber jugado un fútbol escaso de ritmo, sin lustre colectivo. Es más útil ser listo que valiente de mentira.

FICHA TÉCNICA

MÉRIDA: Juanpa, Bonaque, Javi Eslava (Pablo García, min. 79), Doncel (Sergi Segura, min. 79), Liberto Beltrán, Pablo Ganet, Eliseo, Pipe, Raúl Beneit, Climent y Busi (Saúl, min. 67). 

HÉRCULES: Carlos Abad, Montoro, Josema, Roger Colomina (Alvarito, min. 62), Artiles, Coscia (Mendes, min. 87,) Javi Moreno, Mario García, Samu Vázquez, Sotillos (De Palmas, min. 87) y Antonio Aranda (Romera, min. 73).

GOLES: 1-0, Min. 49: Liberto Beltrán (penalti); 1-1, Min. 82: Alvarito (penalti); 2-1: Min. 85: Raúl Beneit.

ÁRBITRO: Juan Antonio Manrique Antequera (Granada).

TARJETAS: amarillas para Juanpa, del Mérida, y para Javi Moreno y Dani Romera, del Hércules. Expulsó con roja directa a Rubén Torrecilla (89’).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 16ª jornada de liga en el grupo 2 de Primera RFEF jugado ayer en el estadio Romano José Fouto de Mérida con presencia de aficionados blanquiazules en las gradas.

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