Hércules CF

Marcos Mendes, el héroe que no supo crecer en el Hércules

Acuerda con el Hércules la rescisión de su contrato para volver a Segunda RFEF tras ser del todo irrelevante para Torrecilla

El delantero se marcha al líder del grupo 3, Sant Andreu, frustrado por su mala situación en el equipo tras el ascenso

Marcos Mendes, manteado por los seguidores del Hércules tras conseguir el ascenso a Primera RFEF en Alicante.

Marcos Mendes, manteado por los seguidores del Hércules tras conseguir el ascenso a Primera RFEF en Alicante. / Alex Domínguez

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Algunos saltos te catapultan y otros, en cambio, son al vacío, te chafan en vez de hacerte volar. El Hércules se agarró al coraje de Marcos Mendes para no rendirse cuando se le nublaron las ideas, mientras viajaba a lomos de un imposible: ser campeón de liga. Lo hizo porque al delantero africano le sobraba fuerza, empuje, talento para hundir a sus defensores. Anotó trece goles, los cuatro últimos en jornadas consecutivas hasta la penúltima fecha del campeonato. Suyo fue el tanto al Badalona Futur en el minuto 80 que hizo posible que el equipo de Rubén Torrecilla se pudiera jugar todo a una carta en su estadio, delante de su gente, esa que arrebató el Rico Pérez en el duelo definitivo con el Lleida y le terminó manteando a él como uno de los claros artífices de la gesta que coronó Coscia.

Reconocido como héroe, se lo hicieron notar en todas las celebraciones. El bisauguineano se quedó a solo dos dianas de acabar como pichichi del grupo 3, pero sí terminó siendo el máximo artillero blanquiazul, alcanzando una cifra que parecía imposible para un nueve blanquiazul, inasumible en la última década por nadie en esta ciudad.

Era el momento de gloria de Mendes, su premio al esfuerzo, la recompensa al trabajo diario, a no bajar los brazos, a no dejarse doblegar por la pérdida de interés del entrenador en sus titularidades. Se guardó toda esa rabia, esa frustración, para aprovecharla en su beneficio cuando le dejaran pisar el césped. Su irrupción desde el banco en la recta final resultó determinante, crucial.

Se marchó de vacaciones convencido de que su hora había llegado. Se decoloró el pelo para reafirmar su personalidad arrolladora, su plenitud física. Empezó siendo titular, pero poco a poco se fue dando cuenta de que en la antesala de la élite no valen los mismos argumentos que en el fútbol de brega y esparto. Dejó de aparecer, de jugar partidos completos, minutos importantes... hasta que su concurso se tornó residual.

Un abatido Marcos Mendes, después de una derrota del Hércules este curso en Primera RFEF.

Un abatido Marcos Mendes, después de una derrota del Hércules este curso en Primera RFEF. / LOF

De promediar más de una hora de juego por contienda en Segunda RFEF a los apenas 25 minutos de que ha dispuesto ese curso, con solo dos titularidades. Siempre lejos del gol, generalmente ofuscado, bien marcado, sin capacidad de desborde, sin remate, el héroe de Badalona se transformó en un soldado invisible, raso. En los últimos cuatro partidos, ni siquiera ha calentado. Pese a ello ha celebrado cada éxito del equipo. Ayer, agotado, rendido a la evidencia, selló el acuerdo para abandonar el Hércules, para cerrar una etapa hermosa que, como tantas otras, se desvaneció en la sombra, sin oropeles ni vítores, sin aplausos. 

Datos de Marcos Mendes en sus dos temporadas en el Hércules de Alicante.

Datos de Marcos Mendes en sus dos temporadas en el Hércules de Alicante. / INFORMACIÓN

Marcos Mendes se llevó el abrazo de sus compañeros, los números de teléfono de todos, la amistad verdadera de muchos y un torrente de anhelos y energía para volverlo a intentar. Será con 32 años, sí; pero será en otra ciudad con mar: Barcelona. Allí, en su nuevo destino, tratará de que el líder del grupo 3, Sant Andreu, con él comandando el ataque, le acabe ganando la carrera a su vecino, el histórico Europa, segundo clasificado a un solo punto, y en mayo revivir las emociones que se lleva para siempre de sus días en Alicante.

"Un herculano más"

"Soy un herculano más. Solo puedo tener palabras de agradecimient para mis compañeros y les deseo toda la suerte del mundo en lo que resta de temporada. También al cuerpo técnico y a toda la gente que forma parte del Hércules y, especialmente, a la afición por su apoyo incondicional. Os llevaré siempre en mi corazón. Formo parte del Hércules al igual que el Hércules forma parte de mí. Agradezco de corazón a la entidad la experiencia vivida durante el último año y medio". Así se marcha alguien que en el futuro servirá como ejemplo de lo que sí es ser un futbolista bueno.

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