Los finales fatídicos del Hércules

No hay forma. Cuesta una enormidad. Y aunque el carrusel de excusas que justifican la marcha irregular del Hércules este curso tiene su raíz en la planificación cuestionada por su entrenador, lo cierto es que los puntos vuelan por cuestiones perceptibles sobre la hierba. La dificultad para cerrar partidos que parecen ganados, de concentrarse en el trabajo individual y en la defensa del resultado hasta el último minuto han privado al equipo de Rubén Torrecilla de una situación mucho más ventajosa en la clasificación.

Los alicantinos volvieron a fallar. Lo hicieron en casa por segunda vez consecutiva tras el varapalo que le propinó el Recreativo hace quince días. Agotó el tiempo reglamentario con un tanto a su favor y una ocasión clarísima para cerrar la contienda en las botas de Oriol Soldevila, con un mano a mano en el 90, pero fue el Castilla quien acabó igualando tras un error en cadena de casi toda la zaga blanquiazul en la que dos de los cuatro integrantes eran de refresco: Alvarito y Abraham del Moral.

Al Hércules se le acaban las fuerzas ante el Real Madrid Castilla

Con los dos que se esfumaron frente al filial del Real Madrid ya son 12 los puntos desperdiciados en los últimos minutos de juego reglamentario o en el tiempo de prolongación. Una barbaridad en una liga tan igualada, tan competida, sin zona media, donde o estás peleando por subir o por no bajar. Con ellos, los blanquiazules, como mínimo, estarían inmersos en la pelea por ser campeones. En vez de los 39 que ahora suma, llevaría 51, es decir, ya estaría salvado a falta de diez jornadas para el desenlace, o sea, que pelearía sin presión en el tramo decisivo de la temporada.

Los factores que explican esta anomalía son múltiples, pero todos tienen que ver con la fatiga mental, con la incapacidad para tomar buenas decisiones en los instantes finales por puro agotamiento. Si a eso le unes la ineficacia arriba y la tendencia a conservar más que a conseguir, la mezcla resulta fatídica.

Antes solo sucedía de manera recurrente a domicilio, donde menos se exponía Torrecilla, donde más protagonismo (y responsabilidad para asumir riesgos) le otorgaba al adversario. Pero eso ahora ha cambiado. El Rico Pérez ya no es inexpugnable. En su anterior partido en Alicante, contra el Recreativo de César Moreno, el Hércules, que había conseguido empatar in extremis después de ir la mayor parte del encuentro por detrás en el marcador, se dejó birlar el punto en el 89 con un zapatazo desde fuera del área que nadie tuvo a bien defender por lo lejano a la portería de Carlos Abad del disparo de Raúl Navas.

No fue un hecho aislado. Apenas unas semanas antes, a principio del pasado mes, fue el Yeclano, de nuevo en el minuto 89, quien le privó del triunfo en el Rico Pérez (2-2) con un gran tanto de Javi Martín que frustró la remontada alicantina y arruinó un doblete al capitán, Nico Espinosa.

También se dejó puntos en la conocida como "zona Cesarini" en los compromisos de la primera vuelta ante el Atlético de Madrid B (1-2), el Recre (2-1), que le dio la vuelta al 0-1 anotado por Coscia en el 56 con dos dianas casi seguidas, una en el 86 y otra en el 94. Frente al Mérida, Alvarito empató de penalti en el 81 y luego Beneit, en el 85, descompuso la igualada (2-1).

Torrecilla: "Hemos hecho el partido perfecto para ganar"

En un guion muy similar, en la visita a Sanlúcar de Barrameda, Romera consiguió el 0-1 en el minuto 84 y luego, en el descuento, Alejandro Gutiérrez 'Guti' le privó de la victoria. Y así es muy difícil engancharse al vagón de cabeza. El grado de bisoñez y falta de contundencia en el desenlace de las contiendas está ensombreciendo el regreso del Hércules a la antesala del fútbol profesional.

Lo contrario ya no ocurre

El cuadro blanquiazul había sido capaz de equilibrar esta sangría clasificatoria sumando también en las postrimerías de los partidos. Fue capaz de superar de forma agónica, y en el descuento, al Antequera con un gol de Soldevila en el minuto 90; al Algeciras (2-3), con un tanto de Artiles en el 91; y al Alcoyano, en el Rico Pérez, con una anticipación de Dani Romera un minuto después de que vencieran los 90 reglamentarios.

El preparador del Hércules hace mucho hincapié en sus comparecencias ante los medios, antes y después de cada jornada, en la importancia de "mantener la concentración durante los casi 100 minutos que puede durar el partido", pero a pesar de tener localizado el problema sigue sin revertir esta mala costumbre, un hábito muy desaconsejable que, como mínimo, el viernes le privó de irse a la cama en puesto de promoción de ascenso aprovechando el tropiezo en Villarreal del Mérida (3-0).

El sábado que viene le toca afrontar uno de esos desplazamientos incómodos por infinidad de motivos. Tiene que jugar en Ceuta contra el segundo clasificado que no pierde en liga desde el pasado 17 de noviembre, circunstancia que ha permitido al equipo de José Juan Romero, extécnico del Eldense, pelear de tú a tú con el Ibiza la primera plaza. Ahora solo les separan dos puntos.