El Hércules lleva cinco meses sin ganar dos partidos seguidos

Mejor quedarse con la parte positiva: a pesar de llevar cinco meses sin ser capaz de ganar dos o más partidos seguidos, el Hércules se mantiene a dos puntos de los puestos de promoción de ascenso. El dato habla de la irregularidad del equipo de Rubén Torrecilla, que avanza por el filo de una sierra semana a semana, pero también de la permisividad de un campeonato sin un líder dominante en el que los alicantinos, a pesar de sus 12 puntos tirados al río en el tramo final de los partidos, todavía pueden seguir mirando a la cuarta plaza sin ningún rubor... y con motivo.

Los finales fatídicos del Hércules

Solamente una vez ha sido capaz de enlazar dos triunfos. Más, nunca. Fue en las jornadas 7 y 8, cuando se deshizo consecutivamente de Antequera y Algeciras. Desde entonces, nada de nada. Cinco meses sin ser capaz de encadenar victorias. Es decir, que ni lo hacía antes del mercado de invierno ni después, así que ese supuesto factor de corrección no ha surtido efecto para enfado del técnico.

La condición de recién ascendido le exime de la responsabilidad de pelear por la primera plaza. Cargar con el peso de esa mochila llena de piedras resultaría contraproducente. Pero si se atiende a la cantidad de puntos que se han esfumado en la conocida como «zona Cesarini», duele comprobar que, a poco que hubiera sabido jugar los tramos decisivos de las contiendas, ya estaría salvado y centrado en una pelea mucho más motivadora.

La permanencia se cifra en torno a los 47 puntos. Con esa cifra se logró salvar de la quema el Alcoyano hace dos campañas y con 45 el Intercity el curso pasado. En el estreno de la categoría tras la extinción de la Segunda B, en la temporada 2021-2022, el Atlético Sanluqueño y el Sevilla B se fueron a Segunda RFEF con 46 puntos. El Hércules tiene 39 a falta de 10 jornadas para el desenlace, así que pensar en regresar al fútbol de esparto es poco realista. Necesita tres triunfos para conservar su estatus, no lograrlos únicamente podría obedecer a un desplome estrepitoso.

Sin embargo, hay motivos para preocuparse. Las bajas no paran de producirse, y ahora son tres las posiciones clave que están en serio riesgo. Roger Colomina, que activó la alerta tras la victoria en Alcoy hace una semana, estará fuera del equipo, como mínimo, dos jornadas más. El mediocentro es capital para el desarrollo de la idea de juego de Torrecilla. Pero no es el único sin aparente recambio por su forma de encajar en el sistema.

Tanto Samu Vázquez como Retuerta, los dos laterales titulares, salieron tocados del duelo con el filial del Real Madrid del pasado viernes. Aranda continúa guardando reposo para superar de una vez el edema óseo en la planta del pie que arrastra desde el parón de Navidad, y Romera sufre molestias en el tendón de Aquiles que, sin ser incapacitantes, sí que le están mermando.

En ese contexto, es fácil acordarse de los puntos malgastados en una temporada en la que la contención, o más concretamente la permeabilidad defensiva, está pasando factura. Solo siete porterías a cero en 28 jornadas, el 25% de las disputadas. Muchas de ellas arruinadas después de más de 80 minutos de buen trabajo atrás que se malogra por errores cuando la fatiga hace más mella.

¿El despertar de Solde?

Curiosamente, el largo periodo de tiempo que lleva el Hércules sin concatenar triunfos ha coincidido con la sequía del que llegó a ser el pichichi de la categoría en el inicio de la liga. 149 días ha estado Oriol Soldevila sin festejar un gol, el sexto, el que le permite igualar como máximo realizador con el capitán Nico Espinosa. La baja aportación de los refuerzos realizados en verano, los que debían de darle el salto de calidad al bloque del ascenso está siendo una de las causas principales de la falta de solidez del equipo blanquiazul, que ha vivido con cuentagotas las aportaciones diferenciales del atacante catalán, de Romera, de Aranda y de Mario García, que hasta ha perdido la titularidad.