Nadie quiere ser campeón en el grupo del Hércules

La temporada 24-25 en el Grupo II de Primera RFEF está siendo la temporada de las decepciones. Tras 29 jornadas disputadas no hay ni un solo equipo que haya hecho méritos para campeonar. Si la primera vuelta empezó con el Real Murcia dando la sensación de querer marcar el ritmo, en noviembre, a la vez que los granas entraban en un bache, el Antequera y el Betis B mostraban su candidatura. Pero, con los béticos en tierra de nadie desde hace tiempo, los malagueños han ido desperdiciando su colchón en este inicio de 2025. Y cuando parecía que la UD Ibiza había resurgido de sus cenizas para descorchar el champán, el cuadro balear se vuelve mortal, pierde con el colista Intercity en casa y enlaza dos semanas sin ganar.

El Hércules queda en manos de Romera

Porque el próximo rival del Hércules, al que todos daban como ganador esta semana por enfrentarse al peor conjunto de la categoría, se dejó sorprender después de desperdiciar numerosas ocasiones de adelantarse en el marcador (0-2). A pesar de ello, los de Paco Jémez viajarán como líderes a Alicante porque el Ceuta, que empató en la ciudad autónoma un partido que tenía perdido con los blanquiazules al final del tiempo reglamentario y, además, porque el Antequera también se estrelló ante su afición contra el Algeciras (1-3).  

El colista Intercity da la sorpresa en Ibiza (0-2), el Antequera cae ante el Algeciras (3-1) y el Ceuta a punto está de perder con el Hércules en su casa

Esos resultados adversos le dieron consuelo a un Real Murcia que, como dice el refrán, celebró el domingo aquello de que las "penas en compañía son menos penas". Lo que el viernes, tras el empate en el campo del Real Madrid Castilla, se veía como un paso hacia atrás en la lucha por el liderato, se celebraba dos días después como "un puntazo". Y es que la jornada 29 deja a los granas un poco más cerca del Ibiza. Mientras que los celestes tienen 48, los granas aparecen con 46. Entre medias están el Ceuta y el Antequera, ambos con 47.

Viendo cómo ha ido la jornada, el empate en el Alfonso Murube, cuando los tres puntos parecían en la saca herculana, se confirma como una nueva oportunidad desperdiciada por el equipo de Rubén Torrecilla de volver a los puestos de "play-off"; pero los blanquiazules se están acostumbrando a ir siempre un paso por detrás, independientemente del equipo que mande en el grupo, que parece no querer ser nadie, visto lo visto.

Un grupo decepcionante

Cuando parecía que el grupo II se estaba animando con la entrada en el último tramo de la competición, una semana más se confirma que este curso está siendo el más decepcionante y el de menos nivel desde que la Primera RFEF se pusiese en marcha. De hecho, parece que nadie quiere ser campeón. Solo hay que ver los resultados. Ni hubo victorias entre los que aspiran al primer puesto, ni sumaron de tres los que vienen presionando por detrás. Y esto último también se convirtió en una buena noticia para el Real Murcia, que, pese a no ganar, logra mantenerse en la cuarta posición, salvando además su colchón respecto al sexto clasificado, el filial del Atleti, a dos de la promoción y con dos puntos de ventaja sobre el Hércules, que llegó a ser segundo y ha caído a la novena plaza.

El conjunto dirigido por Fernando Torres, que se midió con el Betis Deportivo en el Metropolitano aprovechando el parón en Primera División, malgastó la oportunidad de meter presión a los de arriba. También se ha estancado el Real Madrid Castilla, que este viernes tiene otro duro enfrentamiento en la Nueva Condomina. Los blancos, que sumaban su cuarto empate consecutivo, se han quedado con 40 puntos.

De los diez primeros clasificados, este último fin de semana solo han ganado el Sevilla Atlético y el Mérida, siendo los andaluces los grandes beneficiados, desplazando de la quinta posición al filial rojiblanco. Con 44 puntos se ponen los sevillanos. El Mérida aprovechó su victoria ante el Yeclano para alcanzar los 42, dos más que el Hércules, a cuatro de los puestos de play-off a falta de nueve jornadas para el final.

Solo hay ocho puntos de diferencia entre el primero y el décimo en un ejercicio en el que nadie parece dispuesto a tomar el bastón de mando.

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