La maldición del minuto 93 en el Hércules

El Hércules es noveno clasificado con 40 puntos a falta de nueve jornadas para que la temporada (al menos la regular) llegue a su fin. El equipo dirigido por Rubén Torrecilla está siete puntos por encima de la zona de emergencia, en el camino adecuado para lograr el primer y gran objetivo de la campaña: eludir un descenso a Segunda RFEF que sería un serio retroceso en las aspiraciones que tiene la entidad de regresar al fútbol profesional lo antes posible.

Una vez la permanencia esté amarrada desde el plano matemático, los blanquiazules por magnitud, afición e historia tienen la obligación institucional de agotar todas sus posibilidades de jugar el play-off de ascenso a Segunda División. Sin embargo, el empate del conjunto alicantino en Ceuta y la victoria del Sevilla Atlético durante el pasado fin de semana encarecen dicho objetivo hasta los cuatro puntos de diferencia.

El liderato, ya imposible salvo un milagro todavía mayor al que se produjo el pasado curso, está a ocho puntos de distancia pese a ser la lucha por ser campeón más barata en la historia de la Primera Federación. El Hércules atraviesa un momento de la temporada en el que le ocupa resistir frente a los principales candidatos a ascender, donde busca llegar con fuelle a un tramo final de competición en el que, de las nueve jornadas restantes, seis de ellas se jugarán en el Rico Pérez.

Sin embargo, la historia podría ser bien distinta de haber tenido algo más de acierto (y de viveza) en determinadas fases clave de la temporada. Al Hércules se le han escapado hasta siete puntos en cuatro partidos distintos durante el tiempo de descuento. Concretamente en el minuto 93, un momento en el que el margen para la reacción y la maniobra se reduce de manera considerable. Y además, cinco de los siete puntos perdidos en los últimos compases llegaron en la situación que más "cabrea" y desquicia a Rubén Torrecilla: el caos se generó a raíz de un centro lateral.

La primera vez tuvo lugar en Huelva, en un partido que los alicantinos dominaron hasta el minuto 80. A partir de entonces, el descontrol se adueñó del partido y el Recre, en dos balones aislados enviados al área desde 30 metros, dio la vuelta al partido gracias a los goles de Armero (81') y David Soto (93'). La siguiente ocasión volvió a ser a domicilio, en Sanlúcar de Barrameda. Entonces, en la tarde de la Lotería de Navidad, los blanquiazules se quedaron sin premio antes del cambio de año nuevamente en la última jugada gracias a un golazo de Álex Guti (93') ante la pasividad defensiva de Alvarito, fuera de posición en el lateral izquierdo.

Las dos últimas son recientes, ambas consecutivas. En el momento clave de la temporada, el Castilla empató el partido al Hércules en la última acción del choque hace dos semanas, dejando helado a un Rico Pérez que no dejó de arropar a su equipo en la noche más lluviosa de la temporada. Lo propio hizo el Ceuta el pasado sábado, igualando un choque en el que, visto el desarrollo del mismo, el punto tampoco fue mal premio. Pero el mazazo llegó nuevamente en el maldito y cruel minuto 93.

La realidad pasa por el hecho de que, a nueve jornadas del final, uno comprueba la tabla clasificatoria y la entidad del Rico Pérez es novena con 40 puntos, a ocho del líder. Pero tan cierto como lo anterior es que de haber defendido esas cuatro últimas jugadas de partido con éxito, el Hércules recibiría este domingo al Ibiza como tercer clasificado (igualado a puntos con el Antequera, rival de la próxima semana), en un cara a cara por ver quien aspira verdaderamente a ser campeón del grupo. Cuestión de detalles que o te aúpan al fútbol profesional once años después... o te obligan a esperar en su antesala durante otra temporada más.

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