Aparece pegado al móvil para esta entrevista después de haber estado buena parte de la mañana hablando sobre la polémica suscitada por el autor del fauno que ha inspirado el monumento de este año de la Hoguera La Cerámica. Dice que ahora en lo que toca centrarse es en la Fiesta, pues es muy consciente de que la actualidad le ha llevado por derroteros ligados al área de Atención Urbana y los juzgados que no son fáciles de obviar por mucho que Andrés Llorens también sea concejal de Fiestas. Su principal obsesión estos días es la coordinación para evitar incidentes en una fiesta que él mismo tilda de alto riesgo, pero donde juega a su favor su dilatada experiencia en este área.
Son sus primeras hogueras después de tres años y aunque es una plaza que ya conoce mucho, ¿llega a ponerse nervioso ante la obsesión de que todo salga bien?
Nervioso no, pero sí ocupado y preocupado para que todo salga bien en una fiesta de alto riesgo con 200 monumentos repartidos por toda la ciudad, cortes de tráfico, pólvora y fuego.
¿Teme alguna sorpresa de última hora de los bomberos, ya que recientemente amenazaron con no quemar los monumentos si no se accedía a las mejoras laborales que solicitaron?
No lo creo. Confío en que todo salga con normalidad. De todos modos no es raro oír esto en las fechas previas a las hogueras, ha ocurrido otros años, pero hay que confiar en la responsabilidad. Estoy convencido de que esto se va a resolver desde el entendimiento entre personas. La alcaldesa ya ha mostró su predisposición para ello.
Aún es época de vacas flacas. ¿Qué recortes ha habido este año y qué se ha intentado no tocar?
La verdad es que la crisis ha afectado a la concejalía de Fiestas y también a las propias comisiones. Pero foguerers y barraquers, que son los que hacen realmente la fiesta, se han superado con creatividad y generosidad para que no se note y no trascienda estos días. En los monumentos, que son la principal postal de la ciudad, se ha bajado el presupuesto notablemente. Pero se ha intentado que eso no merme la calidad de los mismos.
¿Qué exigencias se ha marcado este año la concejalía respecto a la venta ilegal de petardos después del accidente del año pasado en el que murió un menor?
Mucho control. La Policía Local va a tener más presencia para controlar su uso. Aquello fue un accidente muy desagradable que lamento profundamente. Hay una normativa superior a la del Ayuntamiento que marca la pauta que hay que respetar. También hay que hacer una llamada a los padres y niños para que sean prudentes con el manejo de la pólvora.
¿Y respecto a los hinchables se ha tomado alguna medida?
Se van a permitir, pero pedimos a las comisiones que sean rigurosas. Que no se haya hecho bien una vez no significa que se haga mal siempre. Lo que pasó en Teulada fue lamentable pero hay una investigación abierta precisamente para depurar responsabilidades. Todos tenemos que asumir una mayor concienciación sobre los riesgos de no hacer las cosas con toda la precaución posible.
Tenemos por delante un fin de semana, dos festivos, buen tiempo y el AVE. ¿Qué número de visitantes han calculado que pasarán por la ciudad?
Se prevé que se tripliquen los niveles de afluencia. Lo cierto es que podríamos alcanzar máximos históricos, pero la ciudad está preparada para ello.
¿Cree que habría que potenciar campañas publicitarias de las Hogueras en el centro del país aprovechando el tirón del AVE?
Se han hecho cosas en ferias, o con Avant. Los cierto es que una encuesta reciente sitúa las Hogueras de Alicante entre las diez mejores fiestas de España y entre las 25 de Europa.
¿Considera cerrado el debate de la ubicación del disparo de las mascletàs o cree que habrá que volver a abrir este melón?
Yo creo que está cerrado. Luceros es el lugar ideal. Nos preocupó lo de los caballos y se planteó otra ubicación porque otros elementos que podrían estar afectando a la fuente no se podían cambiar, como el tranvía o la densidad de circulación. Este año se han blindado los caballos con una pantalla para que no le afecte la vibración. Al final encontramos esta solución y todos contentos.
Ya que estamos acabando, dígame. ¿Qué episodio de toda su gestión pública arrojaría a la hoguera para que fuera pasto de las llamas y hacerlo desaparecer?
Antes que nada decir que estoy muy satisfecho de mi gestión política porque he trabajado con intensidad y honestidad, pero no es agradable el episodio de la Plaza de Magallanes. Arrojaría esto porque me parece injusto. Cuando uno se enfrenta a la gestión publica ocurren cosas desagradables y malas que hay que afrontar, como los dos accidentes de los que hemos hablado en esta entrevista, o el año que no se pudo plantar la hoguera oficial. Te enfrentas a cosas que no siempre se pueden evitar, pero el caso de Magallanes es una denuncia política. Confío en que se resolverá bien. Yo actué con responsabilidad y en beneficio de los vecinos de la Florida.
¿Y se ha tomado con humor el ninot de la hoguera Mercado Central en el que se le representa como San Andrés Tadeo, patrón de las comisiones perdidas? Con varias causas en los juzgados abiertas por presunta corrupción ligadas a la Concejalía de Atención Urbana, que también dirige, esto puede tener un doble sentido.
¿Donde está el doble sentido? (risas). De todos modos la exposición del ninot se presta a la sátira. Pero no, eso se refiere a la dificultad para que algunas comisiones salgan adelante. Además, me gusta estar en la exposición.