Ver desde las alturas la mascletà de la plaza de los luceros da la perspectiva adecuada para comprender lo que son en Alicante los fuegos artificiales de la mascletà. Los alicantinos aman el fuego y como abanderadas, las mascletàs llevan, si son buenas y potentes, hasta el límite a los adultos y asombran a los niños que se cobijan en la balaustrada de las escaleras de Jorge Juan, donde cada vez más gente se reúne para disfrutar de los fuegos a distancia. La cita diaria de las dos de la tarde permite reencontrarse a los amigos que se ven de tarde en tarde y tomar una cerveza en buena compañía con el ruido de los petardos de fondo. Eso, quienes no están de servicio, ya que, por ejemplo, los agentes de la Policía transitan las derretidas calles con el arma reglamentaria al cinto, el casco en la mano y una botella de agua para mitigar el calor.