La resaca de Hogueras empieza a disiparse en las calles alicantinas. Después de seis días de fiesta, los servicios de limpieza se afanan desde las doce de la noche de ayer en limpiar y despejar la basura y restos de la cremà. Toneladas de ceniza que quedaron no sólo en las calles, también en las playas. Los arenales han despertado todavía con restos de la noche de San Juan además de cristales y basura que ha retirado el servicio de limpieza al tiempo que muchos bañistas disfrutaban de un día de verano. Con la limpieza, la ciudad recupera su normalidad.