n Pese a las buenas expectativas, no todos son luces para el sector de la hostelería en Hogueras. Y es que muchos empresarios piden al Ayuntamiento más comprensión a la hora de cortar calles y limitar el paso de los peatones. Una reclamación que llega sobre todo de los restaurantes ubicados en el cuadrante de Luceros más próximo a General Marvá y que se ven especialmente afectados por los cierres de las mascletàs. «Cuando llega la hora de los disparos hay que desalojar la terraza y luego no se abre la plaza por completo hasta casi las 15 horas. Entonces viene todo el mundo de golpe a comer y no les puedes atender bien», lamentaba esta semana un hostelero de esta plaza.

En los negocios de la avenida de la Diputación también critican que cada año crece el número de racós y de puestos que sirven comida. «Los rodean de vallas que impiden la visibilidad y dificultan que entren los clientes. La música la ponen a tope, por lo que nadie se puede sentar en la terraza y encima los platos y vasos que sirven acaban en mis mesas», se quejaba esta semana un hostelero de esta avenida. Otra de las quejas que más repite entre el sector es la «competencia desleal» que suponen las casetas que estos días se instalan, promovidas por el Ayuntamiento, para servir comida y bebida en algunas de las grandes avenidas de la ciudad. La presidenta de los hosteleros, Mar Valera, explica que han pedido al Ayuntamiento que sean los dueños de restaurantes de la ciudad quienes tengan prioridad a la hora de optar a esos negocios.