Los Bomberos de Alicante buscan una Cremà de récord pues prevén acabar con la quema de los 180 monumentos plantados y de las portadas de barraca a las tres y media de la madrugada, una hora antes que el año pasado, aprovechando que disponen de más equipos. Serán 40, tres más que en 2017, y cuatro vehículos más del Consorcio Provincial con sus efectivos, que vendrán a reforzar a los 160 bomberos de Alicante. La primera en arder será la Oficial de la plaza del Ayuntamiento, en cuyos balcones estarán las Belleas del Foc y sus damas, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

Los Bomberos quieren acelerar el ritmo de la Cremà frente a lo acontecido la pasada edición festera, que ya fue rápida, con un 70% de las hogueras convertidas en cenizas a las 3 y media, y prácticamente el 100% a las cuatro y media.

Esta noche es la Nit del Foc, en la que arderán los monumentos plantados en las fiestas del 90 aniversario, y comenzará una vez que la pirotecnia Hermanos Ferrández dispare a medianoche la palmera desde el monte Benacantil. Se ha diseñado un dispositivo especial con tres dotaciones y 15 bomberos para evitar que la pirotecnia provoque un incendio. Además, se desplegarán 35 operarios de Jardines divididos en seis equipos equipados con mochilas de agua para atacar enseguida cualquier chispa o conato. Ayer se realizó durante tres horas un riego de socorro en el monte para refrescarlo.

Aunque no se prevé una Nit del Foc tan abrasadora como la del año pasado pues la sensación térmica será a medianoche de unos 25 grados (frente a los 30 grados de 2017), los Bomberos emplearán unos 2.000 litros de agua por minuto para apagar bien la Hoguera Oficial, que será la primera en arder. Estarán sometidos a temperaturas de más de 60 grados durante la Cremà del monumento «La fuente de los deseos», que, debido a sus grandes dimensiones, necesitará el doble de equipos, al igual que ocurrirá con las Especiales.

En el primer turno de Cremà está previsto que ardan una treintena de monumentos (60 sumando los infantiles), entre ellos algunos de los más voluminosos y otros situados en el centro de Alicante. El diseño del operativo es radial y la Jefatura del Servicio de Extinción de Incendios ha dividido la ciudad en seis zonas. Está previsto que las primeras hogueras se apaguen en 90 minutos. Entre la una y la una y media de la madrugada se iniciará el segundo turno de quema de monumentos, periodo en el que se quemará la ganadora de Especial, Sèneca-Autobusos, y sobre las dos y media se iniciará el tercero y último. Cada equipo se encargará de una media de tres monumentos.

Los equipos de Bomberos serán coordinados desde una central de mando a través de una plataforma tecnológica digital y de un sistema de información geográfica que digitaliza todas los distritos festeros y los lugares de plantà de los monumentos, con los mejores itinerarios para llegar con rapidez. Esta plataforma se conecta a su vez con Aguas de Alicante, con la localización de los puntos hidrantes que darán cobertura a los equipos para apagar las hogueras. El 25% del agua se extrae de pozos.

Pese a esta milimétrica organización, hay detalles que vigilarán los Bomberos antes de dar inicio a la quema de los monumentos. Tanto el jefe del servicio, Eduardo Aragolaza, como el concejal de Seguridad y Fiestas, José Ramón González, recuerdan la recomendación de utilizar una mezcla al 50% de gasolina y gasoil para quemar las hogueras en un intento de rebajar los vapores y el riesgo de explosión, quedando incluso a criterio del jefe de equipo no quemar un monumento de no estar garantizada la mezcla. Asimismo, los Bomberos advierten de que no se rociará la foguera hasta que el jefe de equipo lo autorice. La comisión deberá desconectar las guirnaldas y demás luminosos de la hoguera y del racó. Esta noche trabajarán en total en Alicante casi 600 efectivos de seguridad. Además de los 160 bomberos, estarán de servicio 282 policías locales y más de un centenar de voluntarios de Protección civil de diversas agrupaciones, así como personal de Cruz Roja con ambulancias.

Esta noche, con la quema de monumentos, se generarán más de 900 toneladas de residuos. Arderán 1.500 kilos de madera, unos 2.000 de cartón, 4.000 de papel, 100.000 de gotelé, que se emplea como pasta que se pinta y se lija en las hogueras; y 4.000 de corcho. Durante unas horas se multiplicará por 1.500 veces la emisión de contaminantes a la atmósfera. Como anécdota, y al no tener belleza, prenderá la hoguera de San Fernando el foguerer más antiguo.