Las Hogueras han vuelto. Seis meses después y todavía en plena pandemia de coronavirus, las comisiones han reanudado el capítulo de presentaciones pendientes. En esta ocasión, fue la hoguera Parque de las Avenidas la primera en relevar a sus cargos en tiempos del covid. La plaza del Ayuntamiento ha acogido el doble acto celebrado esta tarde de sábado. La primera presentación ha sido a las 18:30, mientras que a las 20:30 se celebró la segunda a cargo de la hoguera Rabassa. Mientras que la tercera estaba programada en los jardines de la Diputación para la hoguera Diputación-Renfe.
La jornada ha transcurrido sin ningún tipo de incidencia y entre fuertes medidas de seguridad: toma de temperatura a la entrada del recinto, distancia entre el público y confirmación de datos personales de todos los asistentes. Todos los cargos han subido y permanecido en el escenario con la mascarilla puesta, algo que en un principio no estaba previsto en el protocolo, pero que se ha cambiado a última hora de la mañana del sábado.
Los discursos se han dado con la mascarilla puesta y tan solo alguna se la ha bajado un instante para la foto y saludar tras las intervenciones. El contacto en el emplazamiento ha sido mínimo, solo en el momento de colocar la banda para proclamar de manera oficial a los cargos. Ni las comisiones invitadas han subido posteriormente ni se ha dado ninguna actuación artística (aunque eso depende de cada comisión).
El aforo máximo que contempla la plaza del Ayuntamiento es de 240 sillas y no se ha llegado a completar esta tarde. Además la administración alicantina ha facilitado también a las comisiones dos emplazamientos más para celebrar los actos, todos al aire libre. Una vez ha finalizado la primera presentación, se ha vaciado por completo el recinto para su desinfección y poder dar entrada a la lista confirmada de la hoguera Rabassa, momento en el cual se han repetido todos los procedimientos de prevención sanitaria. Así son las Hogueras en tiempos del covid. El acto ha sido totalmente protocolario y tardará aún en recuperarse la emoción que despertaban unos actos marcados por el cariño expresado en abrazos y besos entre los festeros.
