Hoguera Sèneca-Autobusos: una feria con desenlace fatal

La hoguera Sèneca-Autobusos presenta "Atracció Fatal", una feria apocalíptica con crítica social. Con un presupuesto de 110.000 euros, la comisión aspira a conquistar la categoría Especial con un monumento obra de José Gallego y Toni Pérez, que transforma atracciones clásicas en símbolos del fin del mundo con humor y una estética tan dulce como inquietante

Uno de los ninots del monumento de la hoguera Sèneca-Autobusos, bajo el lema de "Atracció Fatal".

Uno de los ninots del monumento de la hoguera Sèneca-Autobusos, bajo el lema de "Atracció Fatal". / INFORMACIÓN

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

El apocalipsis llegará estas Hogueras a Alicante con la música alegre de una feria. Pero que no se engañe el visitante, esta no es una fiesta cualquiera. Bajo los colores dulces, un carrusel de caballitos y el giro de una noria encantada, se esconde una verdad amarga. La hoguera Sèneca-Autobusos este 2025 ha decidido plantar fuego al espejismo con sátira y "Atracció Fatal" es su lema, y también su advertencia.

"Es una atracción de feria de las fatalidades", describe el artista José Gallego, que vuelve por décimo año consecutivo a una comisión que considera su casa. Junto a Toni Pérez, ha ideado un monumento que, más que una hoguera, es una parábola. "Los caballitos de feria son los jinetes del apocalipsis", afirma Gallego, mientras en su taller se ultiman los últimos detalles de una obra que medirá 16 metros de alto por 15 de ancho. "Cada atracción que nos montamos nos trae consecuencias catastróficas", destaca.

Boceto del monumento de la hoguera Sèneca-Autobusos, bajo el lema de "Atracció Fatal".

Boceto del monumento de la hoguera Sèneca-Autobusos, bajo el lema de "Atracció Fatal". / INFORMACIÓN

Y es que esta feria es un espejo. Un espejo retorcido, que devuelve el reflejo de una sociedad que se entretiene mientras arde. En el centro del monumento, un gran carrusel gira con los jinetes del Apocalipsis: Conquista, Guerra, Peste y Muerte. El colorido no disimula el terror. Una mujer de rostro inexpresivo corona la estructura, bajo un sombrero que recuerda a una carpa circense y lleva inscrito el nombre "Apocalipsis".

Crítica bajo las luces de feria

Todo lo que rodea este eje central gira al ritmo de la ironía. La guerra cabalga un corcel rosa armado con una gran espada, mientras que la peste navega en un barco vikingo. Muerte, oscura y solemne, espera su turno con un unicornio púrpura mientras sostiene un algodón de azúcar. "Es como una feria que en el fondo es tétrica, pero con apariencia más dulce", reflexiona Gallego.

Las atracciones clásicas, coches de choque, norias o barcas vikingas, sirven de plataforma para una crítica mordaz. Hay alusiones al poder financiero, a la manipulación mediática, crítica política, a la dictadura de los móviles y al reinado de la comida basura. "Se van a poder ver escenas que son muy nuestras, pero tratadas con miedo, con sátira", anticipa Gallego.

Este año, el ninot de exposición no es un personaje anónimo ni una alegoría, sino un tributo al pirotécnico Pedro Luis Sirvent, fundador a su vez de la comisión infantil de Sèneca-Autobusos. "Nos pareció que era el momento, por su vinculación con la hoguera y especialmente con los más pequeños", explica Josep Amand Tomàs, presidente de la hoguera Sèneca-Autobusos.

Una feria que arde

En 2024, la hoguera quedó en segunda posición en la Categoría Especial. Este año, la comisión ha aumentado su presupuesto en 10.000 euros, alcanzando los 110.000, en una clara apuesta por subir al primer cajón del podio, al que accedió por última vez en 2018. “Vamos a por el primero, como todos los años”, afirma Tomàs, quien añade: "Apostamos por ganar, pero siempre es el jurado quien decide". Con cuatro primeros premios consecutivos en su historial reciente, la hoguera de este año mantiene la línea que la define. Porque incluso entre algodones de azúcar y luces de colores, puede esconderse el fin del mundo.

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