Historia viva de la Festa del Foc

Los festeros más mayores han visto la evolución de les Fogueres durante décadas, y cómo la tradición alicantina ha ido adaptándose a los nuevos tiempos intentando no perder su esencia

En el centro de la imagen, Pascal Domínguez, presidente de honor de la Foguera Florida-Portazgo.

En el centro de la imagen, Pascal Domínguez, presidente de honor de la Foguera Florida-Portazgo. / INFORMACIÓN

Por muy fuerte que suene la mascletà, hay silencios que hablan mucho más. Son los silencios del recuerdo, del trabajo en la sombra, de quienes llevan durante muchos años manteniendo viva la llama de les Fogueres d’Alacant. Hombres y mujeres que, con la piel curtida por tantos junios vividos, saben que la Fiesta se mide en constancia, trabajo y dedicación.

Dos voces veteranas nos abren las puertas de su historia en INFORMACIÓN. Una de ellas es la de Paco Ross, vicepresidente de la Foguera Alfonso el Sabio, y otra la de Pascal Domínguez, comisionado de Florida Portazgo y fundador de esta hoguera en 1965. Ambos sumán casi 100 años de pasión , entrega y vida dedicada a cuidar el presente y futuro de la Festa del Foc.

Orígenes humildes

«Era otra manera de hacer Fiesta», recuerda Domínguez. En los años 60, cuando llegó a España, apenas llevaba dos años en Alicante cuando se sumó a la aventura de fundar una foguera, Florida Portazgo. Fue en ese momento cuando, el bar familiar, se convirtió en el centro neurálgico de operaciones. Lo hizo empujado por su padre y por el calor del barrio, y desde aquel entonces no ha dejado de estar vinculado a las fiestas grandes de la ciudad: «antes se organizaban rifas en la calle, había mucha más colaboración vecinal… incluso recuerdo que llegamos a rifar un Seat 600».

Montábamos un racó entre amigos, con cuatro vallas y bailabamos al ritmo del cassette, vamos, nada que ver con lo de ahora

Paco Ross

— Vicepresidente de la Foguera Alfonso el Sabio

Por su parte, Ross comenzó su largo camino en la festa alicantina en la Foguera Hernán Cortés, «cuando no había ni racós». Aquellas primeras fiestas, tal y como lo recuerda, eran más íntimas:«montábamos un racó entre amigos, con cuatro vallas y bailabamos al ritmo del cassette, vamos, nada que ver con lo de ahora». Unas realidades, que parecen tan lejanas hoy, pero que son el testimonio vivo de aquellos que han visto evolucionar y crecer a la Fiesta.

Paco Ross, a la derecha, y su nieto durante el acto de la Cremà de les Fogueres d’Alacant.

Paco Ross, a la derecha, y su nieto durante el acto de la Cremà de les Fogueres d’Alacant. / INFORMACIÓN

Una llama que no se apaga

Tanto Ross como Domínguez coinciden en algo esencial: la Festa del Foc se transmite en familia. Precisamente esa unión y esa alegría de ver disfrutar a los tuyos fue lo que a Ross le mantuvo en les Fogueres, además de su pasión. Vivió la fiesta a través de sus hijas, y ahora continua manteniendo el fervor festero a través de sus nietos. «Mi hijas han ocupado muchísimos cargos en la Fiesta, incluso la pequeña fue Dama del Foc Infantil. En el caso de mi nieto, que estuvo a punto de dejarlo, ahora participa en todo, hace playbacks, desfila… vamos, se lo mete directamente en vena», comenta Ross con una sonrisa.

Domínguez, que llegó a la comisión por su padre, ha hecho de les Fogueres una forma de vida compartida: «Es una pasión que he compartido con mis hijos y ahora con mis nietos. Les Fogueres son parte de mi vida». Esa continuidad generacional es el hilo invisible que mantiene viva la Fiesta, y que transmite, de padres a hijos, y de abuelos a nietos, una forma de sentir estas celebraciones que crece con el paso de los años para que continúen tal y como son. 

Pascal Domínguez es comisionado de Florida-Portazgo desde 1965.

Pascal Domínguez es comisionado de Florida-Portazgo desde 1965. / INFORMACIÓN

Una esencia que perdura

La Fiesta no era exactamente como la conocemos en la actualidad. Antes los actos se centraban en los días de Fogueres y se alargaban hasta San Pedro, sin embargo, en nuestro tiempo, hay actos prácticamente todo el año. También, como recuerda Domínguez, «la Fiesta se vivía en los barrios, no se bajaba tanto al centro como ahora». Así como el aumento de la presencia femenina que, tal y como relata, antes «había muy pocas mujeres en las comisiones» mientras que ahora «están totalmente integradas». 

A pesar de que el protocolo ahora sea más estricto y haya menos cabida a la espontaneidad, ambos coinciden en que la esencia se mantiene. «Quizá se ha perdido un poco el carácter popular, pero no la tradición», afirma Domínguez.

Otro punto a destacar es la organización de las comisiones, que también era diversa a la actualidad y, en ocasiones, rozaba lo caótico. Así Ross lo recuerda: «Antes las cuentas se llevaban a salto de mata y ahora las llevamos con un control muy férreo, es decir, la misma persona no lleva siete cosas. Está el tesorero que lleva sus cuentas, o yo mismo, por ejemplo, que llevo 30 años siendo el delegado de la lotería en la comisión». Además, añade: «Mi gran manía siempre fue no tocar el dinero y actualmente hemos conseguido que se ingrese directamente en la cuenta el dinero de las personas, nadie entrega efectivo, entonces el control es un 99,99% exacto»

 Lo que es innegable para todos los mortales, es que las cosas no se viven igual cuando eres un adolescente a cuando eres una persona curtida en la vida: «Echo de menos tener 25 años y poder vivir las hogueras con la misma intensidad que antes», explica Domínguez. Aunque eso no es un impedimento para que continuen estando al pie del cañón por y para la ciudad: «No es lo mismo con 27 años que con 71… pero sigo siendo el primero en apuntarse al Ninot», afirma Ross.

Paco Ross es el delegado de la lotería de la comisión Alfonso el Sabio desde hace 30 años.

Paco Ross es el delegado de la lotería de la comisión Alfonso el Sabio desde hace 30 años. / INFORMACIÓN

Honores a la memoria de la Fiesta

Los homenajes no son lo que mueve a los festeros de pura cepa, pero sería un crimen ignorar la dedicación y el cariño que han dedicado y continúan haciendo a les Fogueres. Domínguez fue distinguido con el Emblema Extraordinario de la Federació de Fogueres y nombrado Presidente de Honor de su comisión. «Me lo dijo José, el presidente y me hizo muchísima ilusión. Es un gran orgullo». Además, ha recibido el Premio Fester d’Alacant, galardón que le emocionó profundamente: «Fue una inmensa alegría para mí y mi familia, la verdad que nunca lo hubiera imaginado».

Hay que mirar al futuro sin olvidar el pasado. Porque sin historia no hay tradición, y sin tradición, no hay fiesta

Pascal Domínguez

— Presidente de honor de la Foguera Florida Portazgo

El futuro de les Fogueres

La continuidad de les Fogueres esta en manos de las nuevas generaciones. Una gran responsabilidad que recae directamente en la capacidad de estos para asumir y continuar manteniendo a flote el legado que han dejado quienes no han cesado de alimentarla. Ross lo dice sin rodeos: «La gente joven está muy implicada. Hay chicos que, terminando la universidad, vienen tres tardes seguidas a montar decorados, es decir, la implicación continúa». Y, además, lanza un consejo: «Los jóvenes van a pasar tragos malos, se van a enfadar… Pero hay que luchar, luchar y luchar para que no se pierda lo que es tan nuestro».

Por su parte, Domínguez lanza una reflexión, igual de importante: «Hay que mirar al futuro sin olvidar el pasado. Porque sin historia no hay tradición. Y sin tradición, no hay Fiesta».

Una Fiesta que, como a estas dos grandes leyendas, también ha conquistado los corazones de alicantinos y visitantes. Ross y Domínguez, al igual que otros muchos, no necesitan reconocimiento porque ya tienen lo esencial: haber construido y ser parte de la historia de Alicante. Porque, si algo es cierto, es que les Fogueres, no se entienden sin el arte efímero, pero tampoco sin ellos.

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