Alicante alcanzará los dos millones de visitantes en unas Hogueras de récord

La ciudad cuelga el cartel de completo en unos días grandes que generan enormes beneficios para la hostelería. Las colas para coger taxi y los parkings sin plazas son una estampa repetida estas jornadas

Hasta la bandera: en Alicante no cabe un alfiler en unas Hogueras de récord

Hasta la bandera: en Alicante no cabe un alfiler en unas Hogueras de récord / Áxel Álvarez

Borja Campoy

Borja Campoy

Largas colas para poder coger un taxi, parkings en los que cuelga el letrero de completo, el TRAM y los autobuses abarrotados, retenciones de vehículos en dirección hacia el centro, terrazas de bares y restaurantes a rebosar... Esta es la estampa que está ofreciendo Alicante durante sus días grandes de Hogueras. La celebración es un polo de atracción cada vez mayor para turistas y visitantes, lo que va a dar paso a unas cifras de récord para el turismo. Así lo ha confirmado el alcalde de Alicante, Luis Barcala, tras la espectacular mascletà de este domingo. La estimación que maneja el Ayuntamiento es que, una vez finalicen las Hogueras, la ciudad haya acogido a dos millones de visitantes para disfrutar de las fiestas. 

Contamos con un dispositivo de seguridad como nunca y con gente trabajando durante las 24 horas

Luis Barcala

— Alcalde de Alicante

«Entre los visitantes y los turistas vamos a alcanzar los dos millones de personas. Tenía confianza en que llegaríamos a estos días con todos los conflictos con las plantillas de limpieza, transporte o bomberos resueltos. Alicante cuenta con un dispositivo de seguridad como nunca. A veces nos centramos en la mascletà porque es cuando se produce la mayor acumulación pero tenemos personas trabajando las 24 horas», declaraba el alcalde mientras los presentes en Luceros seguían comentando el histórico espectáculo que acababa de ofrecer Pirotecnia del Mediterráneo.

Aspecto que mostraba la avenida de Alfonso X el Sabio a las doce del mediodía, dos horas antes de la mascletà

Aspecto que mostraba la avenida de Alfonso X el Sabio a las doce del mediodía, dos horas antes de la mascletà / Matías Segarra

Ante la acumulación de gente estos días en Alicante Barcala ha recordado el llamamiento que hizo en su bando, en el que apeló a la convivencia y la comprensión para disfrutar de las Hogueras. «Está cumpliendo todo el mundo y la ciudadanía es un ejemplo para propios y visitantes. Tenemos la ciudad abierta de par en par, con los abrazos abiertos, con la hospitalidad y la amabilidad que nos caracteriza», ha señalado el dirigente del PP, que también ha hecho referencia al problema por la acumulación de gente que se produjo el sábado en la mascletà y ante el que tuvo que intervenir personalmente. «Vamos adaptando medidas todos los días. Este domingo se ha aplicado un dispositivo específico para que no se produzcan estos incidentes. El operativo es amplio y está bien organizado», ha apostillado el regidor.

Es complicado atender a todos cuando se llega a 8.000 llamadas al día más la gente que nos para en la calle

Jesús Sánchez

— Taxista

La estimación que maneja el Ayuntamiento de dos millones de visitantes concuerda con lo que se ve en las calles, con sus plazas y terrazas abarrotadas desde primeras horas de la mañana y un entorno de Luceros en el que a partir de las doce del mediodía, dos horas antes de la mascletà, apenas cabe un alfiler. Pasado el espectáculo pirotécnico, las terrazas y los interiores de bares y restaurantes se llenan para comer. A partir de ahí ya no hay freno para la fiesta y el ocio, que se apodera de los racós, las barracas y los locales hasta prácticamente el amanecer del día siguiente.

El tráfico colapsado en las principales calles del centro es una imagen habitual en estas fechas

El tráfico colapsado en las principales calles del centro es una imagen habitual en estas fechas / Matías Segarra

Otra de las imágenes habituales es la de los turistas que siguen llegando a la ciudad y que caminan hacia sus alojamientos arrastrando sus maletas. A estos grupos también se les puede ver arremolinados ante los locales de consignas de maletas que se han ido abriendo en los últimos tiempos por el centro de Alicante. Girando la vista hacia la estación de Renfe también se aprecia una salida constante de turistas y visitantes, mientras que otros de los recién llegados a Alicante hacen largas colas para coger un taxi.

Está siendo un no parar. Trabajamos hasta las cuatro de la mañana y hay colas de clientes cada momento

Pablo Ramos

— Camarero

«Estamos trabajando bien pero nos encontramos con el problema del tráfico porque todo el mundo quiere bajar con el coche al centro. Las líneas se saturan y buscamos soluciones como una operadora virtual o un sistema de WhatsApp pero es muy complicado atender a todos cuando en uno de estos días de Hogueras puede llegar a haber hasta 8.000 llamadas, más los que nos paran por la calle», relata Jesús Sánchez, uno de los taxistas que ofrecen servicios uno detrás de otro. Saltando a otro gremio que también está realizando jornadas maratonianas, desde la hostelería cuenta su experiencia el camarero Pablo Ramos. «Nuestro negocio es relativamente nuevo, llevamos unas dos semanas abiertos, y esto está siendo un no parar, una barbaridad. Trabajamos hasta las cuatro de la mañana, se forman colas cada momento y durante la mascletà montamos dos barras fuera», apunta desde uno de los establecimientos que se ubican en la avenida de la Estación.

Un largo número de recién llegados a la estación de Renfe hace cola para coger un taxi

Un largo número de recién llegados a la estación de Renfe hace cola para coger un taxi / Matías Segarra

Comer estos días en alguno de los locales de este entorno es una misión prácticamente imposible si no se ha reservado con antelación. Las fechas en las que han caído este año las Hogueras, empezando en viernes, a las puertas del fin de semana, y concluyendo con dos festivos, hacían presagiar unos días de grandes cajas para la hostelería. La previsión se está cumpliendo con creces. Las cifras que mostraban los hoteles y los alojamientos turísticos hace quince días, cuando ya superaban el 85 % de la ocupación, también apuntaban en esta dirección. Los más rezagados tenían las últimas habitaciones a 500 euros, hasta llegar a colgar el cartel de todo completo.

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