No es para menos: la compañía ha comprado 20.000 toneladas en vertederos para reutilizarlo como plástico de alta calidad. Su línea de material reciclado es una de las más exitosas y las ventas anuales de este producto se han incrementado en casi un 80 %. SP Berner comenzó su andadura hace más de 60 años.
La empresa en la que entonces trabajaba Julián Escarpa quebró y esta le indemnizó con una máquina para inyectar piezas de plástico. Sin presupuesto ni experiencia previa se las ingenió para fabricar piezas de plástico que suplantaron a la madera, y de ahí nació un negocio que hoy es proveedor de Ikea, Carrefour o Mercadona —suministra los cepillos de dientes, cubos de limpieza—, cuenta con 800 trabajadores y prevé facturar 150 millones de euros al cierre del ejercicio.
El recorrido no ha estado exento de complicaciones. La empresa productora de menaje del hogar y menaje de exterior dio el salto internacional en los años 90 fabricando tapones para el mercado centroeuropeo. Posteriormente, de la mano de una compañía holandesa, SP Berner montó una planta en México para suministrar al país latinoamericano. «La empresa empezó creciendo con personal expatriado, pero una vez estuvimos consolidados tuvimos un reclutamiento de directivos falsos de allí», relata Javier Ávila, director de Relaciones Institucionales.
«El director general metió a gente de su confianza y llegaron a atrincherarse». Por fortuna negociaron su salida y SP Berner recuperó la planta, que vendió a una empresa estadounidense. Pero esta no ha sido su única experiencia internacional. La empresa valenciana también ha tenido factorías en China durante 23 años para abastecer a un mercado del que ya se han retirado. Tras vender los activos a sus exempleados en la zona, SP Berner ha reagrupado toda su producción en Aldaia y ahora trabaja con la mirada puesta en la robotización: «Queremos montar una planta 4.0 en una de nuestras naves, de 30.000 metros cuadrados.
Ya estamos fichando a los equipos y el objetivo es avanzar en esa línea y crecer en los mercados de Francia, Reino Unido, Alemania o Benelux sin perder el espíritu familiar de la compañía», narra Ávila. Y sin perder tampoco de vista su premiada sostenibilidad: en 2022 comenzaron a instalar placas solares y más de la energía que consumen procede fuentes renovables. «Aspiramos a tener huella cero», cierra el directivo.