Se define como emprendedor por naturaleza y explorador del metaverso por pasión. El zaragozano Pedro Lozano (La Puebla de Alfindén, 1989) es cofundador junto a Héctor Paz de Imascono y Chromville, empresas especializadas en tecnologías de realidad aumentada, virtual y mixta; presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Aragón (AJE) y vicepresidente del Clúster TIC de Aragón (Tecnara). Ha sido reconocido con múltiples reconocimientos nacionales e internacionales de Diseño, Creatividad y Tecnología; ha aparecido en la lista Forbes de Los 100 más creativos en el mundo de los negocios, o en la revista Emprendedores como uno de los 42 millennial españoles a los que seguir la pista. Ahora suma uno nuevo, el de Empresario del Año de los Premios Banco Sabadell, un galardón que agradece «de corazón».
Cuando me lo dijeron se me estremeció el corazón. Es un orgullo porque soy un profesional que ante todo intenta ser buena persona, ayudar a los demás y poner en valor la riqueza que tenemos en nuestro territorio desde las empresas. No es fácil ser profeta en tu tierra y que se haya pensado en mí como esa persona referente y además siendo tan joven, pues la verdad que es un orgullo máximo, porque yo siempre llevo a Zaragoza y Aragón en el corazón y por bandera. Esta noticia me da más motivación para seguir llevando nuestra tierra por todo el mundo; y sobre todo, los valores que nos enriquecen.
La parte de Imascono es muy importante pero también esa otra labor altruista que dedico en organizaciones empresariales como la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE Aragón) o Tecnara. Generamos estereotipos o sesgos en función de diferentes adjetivos o diferentes posicionamientos pero, como digo siempre, para mí lo más importante en la vida son las personas por encima de cualquier otra etiqueta. Me defino como emprendedor por naturaleza y ese espíritu emprendedor me ha conducido a ser empresario, en la actualidad con un equipo de 30 personas que evidentemente es una responsabilidad muy importante. Y luego está también esa labor emprendedora empresarial en AJE o Tecnara. En mi caso, más allá de emprendedor o empresario, me gustaría que se me reconozca como una persona solidaria y que intenta ayudar a los demás por delante de uno mismo. Yo creo que ese es realmente el motivo principal de recibir este reconocimiento tan importante.
Hay etapas en mi vida que me han marcado mucho y una de ellas es la del Real Zaragoza. Yo combinaría los valores emprendedores, ese ADN emprendedor, con los valores del deporte. Para mí el fútbol me ha dado, en primer lugar, la importancia del trabajo en equipo. En mis primeras etapas futbolísticas tuve un éxito individual importante como mejor jugador de Aragón, de la selección española, pero al final estaban fundamentados, básicamente, en que el equipo iba bien. Eso me ha permitido jugar en una de las principales canteras de España, aunque en la actualidad ha habido una decadencia sobre todo en el primer equipo. Yo tuve la suerte de vivir una formación profesional desde los 9 años, que te educa valores que están muy conectados con el emprendimiento, como son el trabajo duro y el sacrificio. También la resiliencia, pues en el mundo de fútbol hay lesiones, momentos que te hacen caer, levantarte y salir fortalecido; liderazgo, disciplina y juego limpio, que yo comparo con el ser buena persona. Estos valores hay que inculcarlos en la sociedad en general.
Ese ADN emprendedor no es solo importante para que la gente emprenda por cuenta propia en su empresa, sino que tiene otras características como el inconformismo o la ambición por querer cambiar las cosas, y es importante que se lleve en trabajos por cuenta ajena, porque al final es lo que acaba cambiando las estructuras y también las empresas. Yo creo que los valores emprendedores se deben establecer en las sociedades de la educación porque van a ayudar a generar nuevas empresas pero también por esas personas que decidan emprender por cuenta propia, o las que van a ayudar a transformar grandes empresas que para evolucionar necesitan intraemprendedores. El deporte y el emprendimiento están conectados. A mí me han cambiado la vida y creo que ambos se deberían ser fundamentales en la educación española.
En la vida hay que pensar en grande, ser ambicioso pero actuar en local porque al final los grandes proyectos se construyen siempre paso a paso. Lo más importante es tener una ambición y una escala global. Cuando yo empecé eran los mitos de Internet y sí que tenía esa visión global, pero es cierto que no estábamos tan globalizados como ahora. Imascono comenzó en 2008 en segundo de carrera. Inicialmente era una marca de ropa que tenía el objetivo de ser una marca de ropa global pero actuando de forma local. Siempre he tenido una ambición con la marca de ropa incluso cuando todavía no conocía a mi socio Héctor (Paz) y era la de ser una de las marcas más importantes de streetwear, pero los proyectos se empiezan paso a paso. Cuando lo conocí cambió el concepto porque ya se incorporó la parte de tecnología. Y aquí remarco otra vez la importancia del equipo, porque con él hemos alcanzado lo que jamás pudiera haber imaginado y esa filosofía de rodearte de gente siempre mejor que tú, de quien te pueda complementar. Al final hemos construido un equipo que ha alcanzado lo que jamás podía haber imaginado, gracias al equipo y a cuidar a las personas, porque nos enorgullece que tenemos un índice de rotación muy bajo.
Para mí lo más importante que me ha dado emprender y el fútbol son las personas que he tenido la suerte de conocer. Creo que estamos de paso en la vida. Personalmente, mi padre tuvo también tuvo una enfermedad neurodegenerativa que me afectó mucho en todos los sentidos. Lo que realmente me conmueve son las personas que tienes la suerte de conocer: saludar a Rafa Nadal, trabajar con Disney; y también que las personas crean que soy una persona adecuada para recibir un reconocimiento como este.
En Imascono estamos en un momento de crecimiento muy importante. Acabamos de presentar en Miami nuestra primera filial internacional. Hemos conseguido posicionarnos como una empresa líder en el ecosistema de la realidad extendida de este Internet 3D, conectado también con Inteligencia Artificial. Veníamos trabajando con proyectos internacionales desde hace más de 10 años y al final los astros nos han llevado a conectar con una persona que vive en Miami, con la que empezamos a colaborar de forma externa y que ha funcionado bien. Y ahí está esa visión y esa ambición de expandir todo nuestro talento de Aragón por el mundo.
En la parte de AJE, mi objetivo es conseguir que España sea una sociedad más emprendedora porque creo que los valores del emprendimiento van mucho más allá del trabajo por cuenta propia; es aplicable a entrar en un proyecto ajeno o de terceros y por eso estoy tan comprometido con la Asociación de Jóvenes Empresarios para intentar concienciar la sociedad y a las entidades públicas de la importancia de poner en valor el emprendimiento. Y en tercer lugar, en la chaqueta de Tecnara, como esa persona que intenta ayudar siempre. Tengo claro que los dos ejes transformadores de la sociedad actual son el emprendimiento y la tecnología. La ambición es conseguir que Aragón se convierta en una sociedad más tecnológica, que pase de ser un ecosistema consumidor de tecnologías a ser uno productor de tecnologías. Al final, el tener empresas que producen tecnología, que desarrollan e internacionalizan sus servicios, como podemos ser nosotros a pequeña escala, es determinante para mantener el bienestar en la sociedad. Y por eso, la otra pata es la concienciación, y por supuesto, la divulgación.