Premios Empresa del Año Banco Sabadell

Premios
Empresa del Año
Banco Sabadell

«La conexión con Mallorca es el hilo conductor del proyecto»

Texto: Maria López

«Como cocinera, siempre me he comprometido con la calidad del producto y el respeto por la tierra, el entorno. Como empresaria, aplico esos mismos valores»

Maca de Castro innova desde la tradición y el respeto por lo local y lo auténtico.
Maca de Castro innova desde la tradición y el respeto por lo local y lo auténtico.

¿Qué ha supuesto para usted obtener el premio Empresario del Año?

Recibir el premio Empresario del Año es un gran honor, pero lo más importante es que lo comparto con todo mi equipo. Este reconocimiento es para todas las personas que están detrás de cada detalle, trabajando cada día con pasión y compromiso. Sin ellos, nada de esto sería posible. Para mí, este premio es un recordatorio de la importancia de cuidar a las personas que hacen posible cada proyecto.

¿Cuáles fueron los inicios de Maca de Castro como chef?

Mis inicios en la cocina comenzaron de manera muy natural y a una edad temprana. A los 15 años, ya sentía una profunda conexión con el mundo de la gastronomía, aunque en un principio mi intención era estudiar Bellas Artes. Todo cambió cuando conocí a Carmen Ruscalleda en un congreso, San Sebastian Gastronomika. Ese encuentro fue revelador para mí, ya que me mostró una forma de ver la cocina como un arte, algo que me cautivó por completo. A partir de ahí, mi pasión creativa encontró su lugar en la gastronomía, y desde entonces, mi amor por los productos de nuestro entorno y el respeto por la tradición mallorquina han sido los pilares de mi cocina. Innovar sin perder esa conexión con la tierra siempre ha sido mi forma de entender este oficio.

¿Cuándo da el salto como empresaria?

Esto ha sido una consecuencia provocada por seguir el camino que mi familia ya había trazado. En 2008, asumí la dirección del restaurante gastronómico Maca de Castro, y fue entonces cuando comencé mi propio recorrido tanto en la cocina como en la gestión del negocio. A medida que mi carrera crecía, también lo hacía mi visión empresarial. Esa evolución me llevó a diversificar lo que hoy es el Grupo Gastronómico De Castro, con varios restaurantes y una empresa de catering. Mantener un equilibrio entre mi pasión por la cocina y una gestión empresarial sostenible ha sido siempre uno de mis principales objetivos.

Suma reconocimientos, pero admite que no trabaja para ganar premios. ¿Cuáles son sus objetivos?

Mis objetivos siempre han sido claros: seguir haciendo lo que amo, respetando el producto y el entorno, y ofreciendo a nuestros clientes experiencias que los conecten con nuestra tierra. Los premios son un reflejo del trabajo bien hecho, pero no son mi meta. Lo que realmente me motiva es la pasión por lo que hacemos y la ilusión de mantener vivo el amor por la gastronomía desde Mallorca en cada plato.

¿Qué cualidades y valores comparte como chef y como empresaria?

La honestidad, el respeto y la constancia. Como cocinera, siempre me he comprometido con la calidad del producto y el respeto por la tierra, el entorno. Como empresaria, aplico esos mismos valores. Me importa mucho que el trabajo sea genuino, que el equipo esté cuidado y que todo lo que hacemos tenga un sentido. Tanto en la cocina como en la gestión, la clave es la alegría y el respeto por lo que hacemos.

Usted es la cara visible de su empresa. ¿Quién hay detrás del Grupo De Castro y qué importancia tiene su equipo?

El Grupo De Castro es mucho más que yo. Detrás hay un equipo increíble de personas que se esfuerza cada día. Desde Margalida, que cuida nuestras huertas, hasta cada cocinero, camarero y personal de apoyo, todos tienen un papel fundamental. No solo trabajamos juntos como una familia, somos una gran familia. Mi hermano Dani, mis padres … sin ellos, nada tendría sentido. El éxito del grupo es gracias a cada persona que forma parte de esta aventura.

Para usted es importante cuidar del equipo y eso repercute también en la experiencia del cliente. ¿Cómo es trabajar con Maca de Castro?

Creo firmemente en el respeto y en que cada persona del equipo debe sentirse valorada. Si ellos están bien, eso se refleja en lo que ofrecemos a nuestros clientes. Intento que cada miembro del equipo se sienta parte esencial del proyecto, porque lo son. Trabajar juntos en un ambiente de confianza y respeto es la clave para que todo funcione.

Cuatro restaurantes y una empresa de catering. ¿Cuál ha sido la evolución de su grupo gastronómico?

El grupo ha crecido de manera orgánica, siempre escuchando a la tierra y a las personas que forman parte de él. Empezamos con un pequeño restaurante, y poco a poco hemos ido diversificando nuestra oferta, siempre con el mismo objetivo: ofrecer calidad. La evolución ha sido natural, basada en la necesidad de compartir nuestra pasión con más personas, siempre sin perder nuestra esencia.

Han elegido la diversidad para llegar a todo tipo de comensales, ¿qué es lo que quieren transmitir?

La diversidad es, para nosotros, la única forma de llegar más lejos. Queremos transmitir respeto por el producto, la isla y quienes nos visitan, sean locales o de fuera. Abrimos fronteras escuchando a todas las generaciones, a los jóvenes y mayores, adaptándonos a sus necesidades. Cada restaurante tiene su propia personalidad, pero el eje transversal de todo son los valores más sencillos, aquellos que aprendemos en la huerta para ofrecer siempre lo mejor, lo más sabroso y mantenernos conectados con el entorno.

¿Cuál es el hilo conductor de todos sus proyectos, más allá de la diferencia que hay entre ellos?

El hilo conductor es la conexión con Mallorca. Cada proyecto está impregnado de nuestra tierra, de sus sabores, sus productos y sus ritmos. Ya sea en un restaurante gastronómico o en una propuesta más sencilla, lo que une a todos nuestros proyectos es la pasión por lo local y lo auténtico.

Después de años viajando, acumulando experiencias y conociendo otras cocinas se centra en lo que Mallorca tiene por ofrecer, ¿qué ha sido preciso para culminar este proceso?

Me siento afortunada. Viajar me ha permitido descubrir la riqueza de otras culturas y técnicas, pero siempre supe que mi cocina tenía que volver a sus raíces, a lo que Mallorca nos ofrece. Mallorca tiene una despensa inigualable, y entender cómo sacar lo mejor de ella ha sido clave en mi evolución.

Tradición e innovación, su concepto es el de cocina mallorquina libre, ¿siempre ha sabido que quería cocinar a partir de lo que le ofrecía su entorno más próximo?

Sí, siempre supe que quería cocinar con lo que la tierra y el mar de Mallorca nos da. Mi cocina se basa en aprovechar al máximo lo que nos rodea, respetando la tradición, pero con la libertad de innovar y crear algo nuevo a partir de esos ingredientes cercanos.

Su compromiso con el producto local la ha convertido en productora y proveedora de sus restaurantes, ¿qué le está aportando esta filosofía?

Me ha aportado una conexión aún más profunda con la tierra y con lo que hacemos. Ser productora nos permite controlar todo el proceso, desde el campo hasta la mesa, y eso nos da una satisfacción inmensa. Nos aseguramos de que todo lo que llega a nuestros restaurantes esté cuidado al máximo, y además, fomentamos una economía local y sostenible. Es una filosofía que me llena de felicidad.

Entiende su trabajo como chef desde la honestidad y la generosidad, ¿la convierte esto en una empresaria atípica?

Nada de eso. Tengo grandes amigos y he conocido a las mejores personas de mi vida dentro de la profesión. Somos un sector muy generoso y compartimos muchísimos valores: honestidad, generosidad, hospitalidad, empatía …

¿Qué tiene ahora mismo en mente la Maca empresaria? ¿Y la chef?

Simplemente, soy Maca, amo lo que hago y quiero seguir así de ilusionada. Mi vida profesional y personal es lo mismo. Retos, objetivos, viajes, aprender y sobre todo, compartir.