Lydia Elguezábal :: Prensa Ibérica para Cámara de Comercio de España

Lydia Elguezábal (40 años)

Llambionadas
(Oviedo – Asturias)

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¿Cómo surgió la empresa?

Yo era agente de viajes pero con la crisis inmobiliaria, la crisis de los touroperadores, la maternidad… en 2012 comencé a replantearme la vida y cambió mi forma de pensar. Me dije ‘hay que autoemplearse, esta profesión puede que no vaya bien’. Así que decidí apostar por lo que hasta entonces había sido una afición, cocinar, sobre todo repostería. Empecé a dar pruebas de mis platos y dulces a mis amigos, a restaurantes y tiendas de mi entorno, vi que tenían éxito y me lancé a crear mi propio negocio y cambiar de gremio. Así nació ‘Llambionadas’ a finales de 2014.

¿Qué es una ‘llambionada’?

En Asturias llamamos ‘llambionada’ a un dulce con el que se nos hace la boca agua, algo apetecible a lo que no puedes decir que no. Los asturianos somos muy ‘llambiones’.

Del turismo a la repostería… a través del paladar también se puede viajar

Sí, de hecho, la escuela de turismo donde yo estudié está ligada a la escuela de hostelería. He trabajado en hoteles, he viajado… y eso te hace desarrollar la sensibilidad por los nuevos sabores.

¿Tu repostería nace entonces de la experiencia? ¿Qué os diferencia?

Totalmente, soy autodidacta y siempre estoy experimentando. Una vez metida en esto he hecho cursos de formación pero mi seña de identidad es que no sigo los parámetros marcados, yo vuelo libre y siempre estoy pensando e inventando. En ‘Llambionadas’ puedes encontrar pasteles clásicos pero nuestro objetivo es sorprender, dar una vuelta de rosca, llamar la atención con nuevos sabores y versiones de lo que todo el mundo conoce.

¿Cómo te ha ayudado el programa PAEM de la Cámara de Comercio?

Me han ayudado en todo, si no fuese por ellos ‘Llambionadas” no existiría. Cuando decidí emprender estaba super perdida. En mi mente parecía fácil pero luego ves que todo se complica. Tienes que ir a Sanidad, buscar financiación, presentar mucha documentación… son mil papeleos y yo no sabía ni por donde empezar. En la Cámara de Comercio me trataron fenomenal, hicimos el plan de empresa, vimos la viabilidad, me sugirieron pedir un préstamo a través del Microbank de la Caixa… Gracias a ellos estoy aquí hoy en día.

¿Qué expectativas y planes tienes para el futuro?

Ahora somos pequeñitos. Somos tres personas trabajando y tenemos el obrador y la tienda, pero a corto plazo tenemos pensado ampliar el local y tener un salón de té. Es algo que demanda la gente y queremos que estén más a gusto.

¿Qué les dirías a otras mujeres emprendedoras?

Emprender es difícil, pero la recompensa y satisfacción al ver tu trabajo valorado es enorme y compensa todo el esfuerzo y el sacrificio.

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