Nacida con 490 gramos, a las 23 semanas de gestación y, hoy, sin ninguna secuela. El Servicio de Neonatología del Hospital General de Alicante logró mantener con vida a la prematura, que se conviritó en la más pequeña que el centro ha sacado adelante.

La bebé vino al mundo cuando su madre aún no había cumplido los seis meses de embarazo. Hoy, con año y medio de vida, Araceli es una niña despierta y espabilada, con un buen desarrollo neurológico, que arranca besos y sonrisas de todo el personal de Neonatología del hospital cada vez que sus padres la llevan a una revisión. Hasta hace pocos años, los médicos no intentaban reanimar a estos niños tan pequeños. Pero los avances científicos han permitido éxitos médicos como el de la pequeña Araceli.