Posada Carriles, de 79 años, que estaba preso en una cárcel de Nuevo México, llegó a Miami en compañía de agentes encargados de la custodia de los prisioneros federales a bordo de un avión privado.

El ex informante del Servicio Central de Información (CIA);, uno de los principales enemigos del líder cubano, Fidel Castro, firmó hoy los documentos requeridos para su libertad tras el pago de una fianza de 350.000 dólares (260.000 euros); impuesta por la jueza Kathleen Cardone en un tribunal de El Paso (Texas);.

La diligencia se cumplió dos días después de que el Quinto Tribunal de Apelaciones de Nueva Orleans (Luisiana); rechazara una moción de emergencia presentada por la Casa Blanca para impedir la liberación del anticastrista, que enfrenta un proceso en EEUU porque presuntamente mintió en la solicitud de ciudadanía.

Un Posada Carriles erguido, con el semblante tranquilo y que se sentía triunfador salió del tribunal vestido con un traje beige, que contrastó con el uniforme rojo de la cárcel y las esposas con las que se vio en los últimos dos meses durante las audiencias.

Su liberación causó júbilo en el exilio cubano que lo califica de "héroe" y de "patriota" porque considera que ha dedicado gran parte de su vida a luchar por la libertad de la isla.

"Creemos que se ha hecho justicia", dijo a Efe Armando Pérez Roura, director general de la organización Unidad Cubana, que agrupa a una veintena de grupos de exiliados.

Posada Carriles, quien se reunió con su esposa y sus dos hijos, deberá cumplir un arresto domiciliario, portar un dispositivo electrónico para que las autoridades vigilen sus pasos, no podrá hablar con nadie relacionado con su caso y sólo abandonará la casa de su familia con orden judicial.

En cambio desde Cuba y Venezuela se escucharon duras críticas a la decisión judicial que liberó a Posada Carriles, a quien acusan de varios actos terroristas, entre ellos la voladura de un avión de Cubana de Aviación en 1976, que dejó 73 muertos.

"Venezuela toda levanta su voz indignada por la protección que el gobierno imperialista de EEUU le sigue dando al padre de todos los terroristas de todos los tiempos en el continente americano, el asesino Luis Posada Carriles", dijo el presidente venezolano, Hugo Chávez.

En un discurso ante miles de personas en Caracas, Chávez exigió que "extraditen a Venezuela a este terrorista y asesino, en vez de seguirlo protegiendo como lo están protegiendo".

A su vez, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, señaló que su país rechaza la "repugnante" acción a favor de quien llamó "el Bin Laden de la familia Bush, el Bin Laden del clan Bush", en referencia al presidente estadounidense, George W. Bush.

En La Habana, ningún alto cargo del gobierno se ha pronunciado sobre el caso pero el jefe de la sección de intereses de Cuba en Washington, Dagoberto Rodríguez, condenó "enérgicamente esta decisión" y responsabilizó "totalmente al Gobierno de EEUU de que Posada Carriles esté libre".

"La infamia ha sido consumada y el gobierno de Bush ha liberado a este terrorista", denunció hoy la "Mesa Redonda Informativa", el programa estelar de la televisión estatal cubana, que estuvo dedicado íntegramente al caso Posada.

La liberación de Posada Carriles eclipsó la celebración del 46 aniversario del triunfo del ejército cubano sobre tropas anticastristas en Playa Girón (Bahía de Cochinos);, cuyos actos públicos se convirtieron en foros de denuncia contra Washington.

En Managua, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aliado de Chávez, anunció que "formalizará" ante el gobierno de EEUU la solicitud de extradición del anticastrista para que sea juzgado por terrorismo.

En declaraciones a la emisora La Nueva Radio Ya, Ortega señaló que Posada Carriles participó en "operaciones de terrorismo" contra Nicaragua a mediados de la década de 1980, durante el primer gobierno sandinista (1979-1990);.

Agregó que también tuvo que ver con el caso "Irán-Contras", una operación efectuada entre 1985 y 1986, en la que altos funcionarios de EEUU traficaron ilegalmente armas a Irán y las ganancias del negocio se destinaron a financiar a la "Contrarrevolución" nicaragüense para combatir a los sandinistas.