L os ministros de Justicia de la UE lograron ayer llegar a un acuerdo para fijar penas de prisión de entre uno y tres años de cárcel para aquellos que con su conducta inciten a la violencia o al odio o que públicamente nieguen o trivialicen crímenes de genocidio o contra la humanidad que hayan sido juzgados como tales por tribunales internacionales. Aquí se incluye el Tribunal de Nüremberg, con el consiguiente reconocimiento implícito del Holocausto como uno de los crímenes que deberán ser penalizados en toda la UE. Los ministros lograron el consenso sobre una decisión marco que fija el ámbito general pero no los criterios específicos en cada Estado miembro.

Establece como «conductas intencionales que serán castigadas en todos los Estados miembros de la UE», en primer lugar, «la incitación pública a la violencia o el odio, incluso la diseminación o la distribución de panfletos, fotografías u otros materiales dirigidos contra grupos de personas o de miembros de estos grupos por motivos de raza, color, religión, descendencia o origen nacional o étnico». Asimismo, se aplicará a «disculpen públicamente, nieguen o trivialicen crímenes de genocidio, contra la humanidad o crímenes de guerra tal y como se definen en el Estatuto de la Corte Penal Internacional dirigidos contra un grupo de personas o miembros de estos grupos por motivos de raza, color, religión, descendencia o origen nacional o étnico».