"He venido a votar para elegir el presidente de mi elección", dijo a Efe Hayia Halima, de 40 años y madre de cuatro hijos, tras depositar su voto en el pueblo de Kabwa, a 10 kilómetros de la capital, Abuya, donde la votación comenzó a la hora señalada.

Con notables retrasos en muchas áreas, los centros electorales comenzaron a abrir sus puertas a las 10.00 hora local (09.00 GMT); y tienen previsto cerrarlas siete horas después, a no ser que las autoridades decidan prolongar la jornada de votación.

El Partido Democrático Popular (PDP);, en el poder desde 1999, se presenta junto a otros 24 grupos políticos para aspirar a la Presidencia, que desde entonces ostenta Olusegun Obasanjo, quien no puede presentarse a un tercer mandato.

"Quiero un cambio porque la gente de a pie está sufriendo. El PDP es corrupto, y si no estás cerca de ellos no comes", añadió Halima, que confesó haber votado por Muhammadu Buhari, del Partido de Todos los Pueblos de Nigeria (ANPP);, uno de los favoritos.

Si el PDP gana los comicios, agregó la mujer, "significa que los resultados han sido manipulados".

Cuatro horas después de que comenzaran a abrir las urnas, el jefe de la misión observación electoral de la Unión Europea, Max van den Berg, dijo que su valoración provisional era "claramente negativa".

En declaraciones a Efe en la ciudad central de Kaduna, Van den Ber añadió que el proceso electoral es "muy confuso", y se mostró "muy preocupado" sobre el desarrollo de la votación.

Puso como ejemplo esta ciudad, capital del estado de Kaduna, a las 13.45 hora local (12.45 GMT); "no había ningún centro de voto abierto".

"Los papeles no han llegado y los oficiales de la Comisión Electoral no estaban", agregó.

Un agente electoral de la oposición, Femi Akins, que estaba presente en un colegio de Kaduna, señaló que aunque en las elecciones regionales de la semana pasada los colegios abrieron con retraso, la situación de hoy es peor.

"Aquí no ha venido nadie. La semana pasada llegaron, aunque tarde, y ahora mucha gente se está yendo", dijo Akins a Efe.

Algunos electores, en cambio, demostraron gran paciencia.

"Esperaré lo que haga falta, es mi derecho a votar", señaló en Kaduna Hayia Mustarfá, de 33 años.

A las urnas están citados unos 60 millones de nigerianos que deben votar en 120.000 centros distribuidos en este vasto país, con una extensión que supera el doble del territorio de España.

La Comisión Nacional Electoral Independiente (INEC); ha contratado a medio millón de personas para trabajar en los centros electorales.

En cada uno de ellos puede votar un máximo de 750 personas.

Además de los 25 candidatos presidenciales, 46 partidos políticos aspiran a llegar al Parlamento, para ocupar alguno de los 360 puestos de la cámara baja y 109 del Senado.

Hasta el último momento se ha mantenido la tensión por los incidentes registrados en las semanas previas a las elecciones, que son cruciales porque son las terceras consecutivas desde que el país empezó a ensayar la vida democrática, en 1999, tras años de gobiernos militares.

Hoy mismo, un camión cisterna fue lanzado contra la sede de la Comisión Electoral, en Abuya, con la intención de causar una gran explosión, pero la tragedia se pudo evitar porque el vehículo chocó contra una farola y se quedó a veinte metros de la valla del recinto.

Los desconocidos que intentaron el atentado habían colocado una piedra en el acelerador y cilindros de gas en la cabina del camión para provocar la explosión.

Unido a ello, el Ejército se ha tenido que desplegar en la ciudad sureña de Yenagoa tras el tiroteo registrado anoche en esa población cuando un grupo de desconocidos intentó secuestrar al candidato a la vicepresidencia por el PDP, Goodluck Jonathan.

El intento de secuestro fue protagonizado por un grupo de milicianos a las órdenes de Ateke Tom, según informó en declaraciones a los periodistas el inspector general de la Policía nigeriana, Sunday Ehindero.