El Gobierno del primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, que sustituye al del dimisionario Matteo Renzi, recibió hoy la confianza en el Senado, con lo que concluye el proceso de investidura tras el respaldo del martes en la Cámara de los Diputados.

Gentiloni, que juró el cargo el lunes, sustituye a Renzi después de que este dimitiera tras la derrota en el referéndum sobre la reforma constitucional del 4 de diciembre.

El Ejecutivo del exministro de Exteriores durante el gabinete de Renzi obtuvo hoy la confianza por 169 votos a favor y 99 en contra en el Senado, un margen más ajustado que el de la Cámara Baja, donde registró 368 votos a favor y 105 en contra.

De esta manera, Gentiloni, que fuera ministro de Comunicaciones durante el Gobierno de Romano Prodi, podrá acudir mañana como primer ministro italiano al último Consejo Europeo del año en Bruselas.

Hoy, el Ejecutivo de Gentiloni tuvo el respaldo de su partido, el socialdemócrata Partido Demócrata (PD), y de su socio conservador, Nuevo Centrodestra, liderado por el actual ministro de Exteriores, Angelino Alfano.

Pero en esta nueva etapa al frente de la jefatura del Ejecutivo, Gentiloni no contará con el amparo del conservador Forza Italia (FI), del ex primer ministro Silvio Berlusconi, ni del ultraconservador Fratelli d'Italia, de Giorgia Meloni.

Tampoco tendrá el beneplácito del partido de centroderecha Alianza Liberalpopular y Autonomías (ALA), que ejercerá de oposición después de que no le fuera concedida ninguna cartera en el nuevo Ejecutivo.

Ni los apoyos de la xenófoba Liga Norte ni del populista Movimiento Cinco Estrellas, que en los últimos días criticaron la configuración de este Gobierno "fotocopia" del de Renzi y pidieron que se celebren elecciones cuanto antes.

En su intervención hoy en el debate parlamentario, Gentiloni explicó que su partido, el PD, ha aceptado el encargo del presidente de la República, Sergio Mattarella, de formar Gobierno por responsabilidad ante el complicado contexto actual.

"El Gobierno se ha constituido con estas características para asumir una responsabilidad, en muy poco tiempo, (...) y no por impaciencia, sino porque creo que es evidente que es necesario dar a Italia una institución estable y certeza ante el contexto actual", dijo.

Gentiloni respondía así a las críticas de la oposición que han reprochado que este sea el cuarto Gobierno no elegido en las urnas.

Además, recordó que, antes de presentar a Mattarella su lista de ministros, su partido pidió un Gobierno de unidad nacional, con la mayor participación política posible, algo que fue rechazado por las demás formaciones.

El nuevo primer ministro agregó que asistirá mañana al Consejo Europeo para "discutir de muchos aspectos relevantes para Italia, como los flujos migratorios y el número de acogida de los refugiados, pero también el drama continuo de Alepo, que es uno de los mayores compromisos y mayores fracasos de la diplomacia internacional".

Después, su Gobierno de 18 ministros -5 mujeres y 13 hombres, y con cinco nuevos nombres respecto al de Renzi- ha prometido concentrarse en los compromisos que considera más urgentes de atender, como el impulso a una ley electoral que permita celebrar comicios en el país.

También en dar respuesta a la delicada situación del sistema bancario del país, especialmente la de Monte dei Paschi di Siena, inmerso en una ampliación de capital de 5.000 millones de euros que deberá concluir antes de final de mes y si no lo logra, será necesario que pida ayuda pública para evitar la quiebra.

Entre las prioridades para esta nueva legislatura también se encuentran la asistencia a los damnificados por los terremotos y la reconstrucción de las localidades afectadas, así como el desarrollo del plan de prevención contra los seísmos, llamado "Casa Italia".