Los equipos de emergencia de Birmania trabajan hoy para encontrar posible supervivientes entre los escombros de más de una docena de casas que se vieron sepultadas el viernes por un alud, un incidente que ya se ha cobrado la vida de más de medio centenar de personas.

El último informe de las autoridades señala que se han recuperado 52 cadáveres y aún se rastrean un número indeterminado de desaparecidos a raíz del corrimiento de tierra que golpeó la localidad de Paung, en el suroriental estado Mon.

Decenas de miembros del dispositivo de búsqueda y rescate rastrean palmo a palmo la mezcla creada por la tierra, los enormes cascotes de piedras, trozos de arboles y el amasijo de hojalata que antes eran parte de las paredes y techo de los hogares.

Decenas de excavadoras y maquinaria pesada ha sido desplegadas en los intentos por encontrar posibles personas con vida, en una operación a contrarreloj supervisada el sábado por ministros del gobierno birmano.

Según el relato a Efe de algunos supervivientes podrían encontrarse enterradas alrededor de un centenar de personas, aunque las autoridades no han confirmado la cifra.

Además centenares de vecinos de otros poblados cercanos han quedado aislados a raíz de que la tierra bloqueara carreteras y caminos y se encuentran a la espera de ayuda.

Según las autoridades el desprendimiento de tierra se produjo ayer debido a las fuertes lluvias que azotan desde hace días la región y que han obligado a lo largo del país a cerca de 38.000 personas a abandonar temporalmente sus hogares, según cifras de Naciones Unidas.