La Policía de Irlanda del Norte (PSNI) ha hallado en un camión un artefacto explosivo programado para estallar el pasado viernes, el día que el Reino Unido abandonó la Unión Europea (UE), en una acción terrorista atribuida a un grupo disidente del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).

La PSNI confirmó este jueves que recibió un aviso sobre la existencia de una bomba adosada a un vehículo de transporte en el puerto de Belfast el 31 de enero, desde donde se cree que iba a viajar a Escocia en ferry. Las fuerzas del orden llevaron a cabo ese día una intensa búsqueda y al no detectar artefacto alguno, el transbordador en cuestión cubrió su ruta con normalidad.

No obstante, la PNSI volvió a recibir el lunes una comunicación y halló el artefacto explosivo en un camión estacionado en el polígono industrial Silverwood de la localidad de Lurgan, en el condado norirlandés fronterizo de Armagh. Artificieros del Ejército británico procedieron ese día a su desactivación, agregaron este jueves las fuentes. "A partir de la información transmitida a la Policía está claro que disidentes republicanos adosaron de manera deliberada e imprudente un artefacto explosivo en un vehículo de transporte de material pesado", explicó el superintendente de la PSNI Sean Wright.

El mando policial subrayó que los terroristas "sabían perfectamente" que estaban poniendo en "serio peligro" la vida del "conductor, de los automovilistas y de la población en general". "La única conclusión que podemos extraer es que, de nuevo, los disidentes republicanos han demostrado que desprecian totalmente a la comunidad, a los empresarios y a la sociedad en general", agregó Wright.

La PSNI instó este jueves a la ciudadanía a cooperar con la investigación y denunciar "cualquier actividad sospechosa" detectada en el citado polígono industrial el pasado 31 de enero, el día que se consumó el Brexit.

Las autoridades temen que los disidentes del IRA, opuestos al proceso de paz, aumenten su actividad terrorista y recaben apoyos entre ciertas comunidades de la provincia británica descontentas con este divorcio, que fue rechazado por la mayoría del electorado norirlandés en el referéndum de 2016.