El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha visitado este martes la ciudad de Kenosha, epicentro de una ola de protestas a raíz de la agresión policial a Jacob Blake y, aunque ha lamentado el caso de este joven negro de 29 años, también ha querido dejar claro su apoyo a las fuerzas de seguridad.

El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, y el alcalde de Kenosha, John Antaramian, ambos demócratas, habían pedido a Trump que no viajase a la zona para no exacerbar aún más unas tensiones que se han extrapolado a otras partes del país, de nuevo para criticar la represión ejercida por la Policía sobre la comunidad afroamericana.

Trump, que ha viajado acompañado del fiscal general, William Barr, y del secretario de Seguridad Interior en funciones, Chad Wolf, ha lamentado a su manera la situación en la que se encuentra Blake, que recibió siete disparos de los agentes en la espalda y ha quedado paralizado.

"Me siento fatal por cualquiera que pase por algo así", ha dicho Trump, durante una reunión pública en la que se ha mostrado dispuesto a reunirse con algún representante de la familia. El presidente ha asegurado que el lunes iba a hablar con la madre de Blake, pero desistió porque "había muchos abogados al teléfono", según la cadena CNN.

Trump, que ha recorrido algunas de las zonas escenario de disturbios, ha prometido "ayudar en la reconstrucción de Kenosha", lo que pasa también por fortalecer a la Policía. "Daremos 1 millón de dólares a las fuerzas de seguridad para que tengan un dinero extra y puedan salir y hacer lo que tengan que hacer", ha declarado

"Ideología radical"

La visita de Trump a Kenosha ha derivado en concentraciones a favor y en contra del presidente. Su rival electoral, el demócrata Joe Biden, acusó el lunes al actual inquilino de la Casa Blanca de alentar la violencia con fines políticos, para aumentar sus opciones en las elecciones de noviembre.

Trump ha propuesto que, para acabar con la "violencia política", se termine también con la "ideología radical" que supuestamente le da alas. En este sentido, a acusado a "políticos radicales de izquierdas" de "seguir lanzando el mensaje destructivo de que el país y sus fuerzas de seguridad son represoras o racistas".

De hecho, "debemos darle mucho más apoyo a las fuerzas de seguridad", ha apostillado Trump, según la cadena NBC News.