Portugal prohibirá los grupos de más de 10 personas en todo el país y limitará los horarios comerciales y la venta de alcohol, además de imponer restricciones extra en los restaurantes y cafeterías próximos a las escuelas a partir del 15 de septiembre.

Estas son algunas de las medidas que entrarán en vigor con el "estado de contingencia", el próximo martes, y con las que Portugal quiere evitar el avance de la Covid-19 cuando se abran las escuelas y los portugueses retomen la actividad plena tras las vacaciones.

Las medidas, aprobadas este jueves en consejo de ministros, fueron anunciadas por el primer ministro, António Costa, quien admitió, en rueda de prensa, que "en las últimas semanas ha habido un avance sostenido de la pandemia".

Aunque este avance no se tradujo en un aumento de los casos graves y las cifras de hospitalizaciones se mantienen "estables", el país va a entrar "en una nueva fase" tras el verano, lo que obliga a aumentar las limitaciones.

Por ello, Portugal pasará al estado de contingencia ya vigente en la región de Lisboa y Valle del Tajo, que desde el 1 de julio contaban con más restricciones que el resto del territorio por aglutinar la mayor parte de los contagios.

Los grupos de más de 10 personas estarán prohibidos en todo el país, con reglas todavía más estrictas en dos escenarios: en la zona de restauración de los centros comerciales y en los restaurantes y cafeterías que se encuentren a menos de 300 metros de una escuela donde no podrán juntarse más de 4 personas.

Costa recordó que los contagios no sólo se producen dentro de las escuelas -que abren sus puertas el lunes-, sino también de camino al colegio, por lo que quiere limitar las posibilidades de infección en estas zonas.

Los establecimientos, salvo excepciones justificadas, no podrán abrir antes de las 10:00 horas y deberán cerrar entre las 20:00 y las 23:00 horas, en función de las restricciones que establezca cada ayuntamiento.

Se suspende la venta de alcohol en gasolineras y en el resto de establecimientos sólo se permitirá hasta las 20:00 horas -a menos que sea para acompañar comida-, y su consumo en la vía pública quedará prohibido.

Los recintos deportivos seguirán sin recibir público y se formarán brigadas de emergencia distritales -integradas por 400 médicos, enfermeros y técnicos- para intervenir en las residencias y detectar los contagios más rápido.

En las áreas metropolitanas de Lisboa y Oporto, donde la incidencia es mayor, se seguirá fomentando el teletrabajo.

Además, el Gobierno aprobó una serie de medidas para centros laborales de estas zonas que quedan pendientes de consulta con sindicatos y patronales: horarios desfasados de entrada y salida y de pausas y comidas para la plantilla y rotación en el trabajo presencial.

Cuestionado sobre cuáles son las "líneas rojas" para volver a cerrar el país, Costa mencionó el número de muertes, de disponibilidad de camas de cuidados intensivos y de necesidades de hospitalización, pero avisó: "No podemos volver a cerrar las escuelas, no podemos volver a cerrar la economía".

Portugal detectó en las últimas 24 horas 585 nuevos contagios, un día después de registrar la cifra más alta de positivos diarios en cinco meses (646). En total, suma 1.852 decesos y 62.126 infectados desde que comenzó la pandemia.