El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó este martes por tercera vez a Rusia por dar al líder de la oposición Alexéi Navalni, un trato degradante contrario al Convenio Europeo de Derechos Humanos, al ser detenido en una manifestación opositora celebrada en Moscú en 2012.

Rusia, que tendrá que indemnizar a Navalni con 8.500 euros por daños morales, también ha sido condenada en la misma sentencia por vulnerar los derechos a la libertad y a la seguridad, a un juicio justo y a la libertad de reunión.

Navalni declaró entonces que un policía recurrió a "un uso de la fuerza excesiva durante su detención, torciendo su brazo, lo que le causó un intenso dolor físico" antes de ser llevado a comisaría junto a su compañero Vadim Borisovich Gunko, con quien presentó la demanda.

La denuncia de Navalni no se investigó y ambos fueron acusados de negarse a acatar una orden policial. Al día siguiente, fueron llevados ante un juez, que les declaró culpables de los cargos presentados contra ellos, como pedir a los manifestantes que no abandonaran el lugar e ignoraran a la policía.

Los dos detenidos argumentaron en sus recursos judiciales que fueron detenidos sin recibir ninguna advertencia policial. De hecho, Navalni fue capturado cuando se dirigía al escenario a pronunciar un discurso.

El fallo de la Corte europea concluye que Rusia "no ha demostrado de manera convincente que el recurso a la fuerza física hubiera sido necesario" y que esa actuación supuso "un atentado contra la dignidad humana de Navalni" y "constituyó un trato degradante".

Añade la sentencia que la detención administrativa de los dos demandantes "fue injustificada y arbitraria" y que la principal prueba de cargo contra Navalni --las declaraciones por escrito de los policías-- no se presentaron en el proceso judicial.

En cuanto a "la brutalidad de la detención" de Navalni, el fallo de la Sala Tercera dice que "tuvo un efecto disuasivo, desalentando a los interesados y a otros de tomar parte en manifestaciones de protesta o de comprometerse activamente con la oposición política".

La sentencia no ha creído necesario examinar el artículo del Convenio sobre la limitación de la aplicación de las restricciones de derechos, invocado por los demandantes.

El Tribunal de Estrasburgo ya había condenado a Rusia en 2017 y 2019 por procesos judiciales injustos y "privaciones arbitrarias de su libertad" las siete veces que Navalni fue detenido en 2012 y 2014 durante manifestaciones pacíficas, y por un arresto domiciliario en 2014. Navalni tiene aún pendientes una quincena de demandas ante la Corte europea.

El líder opositor ruso sufrió un intento de envenenamiento en agosto pasado, del que se recuperó en Alemania, lo que causó nuevas sanciones de la Unión Europea contra Rusia.