El autor del atentado terrorista de Niza del pasado 29 de octubre contra una iglesia en la que tres personas fueron asesinadas tenía en su teléfono una foto del joven yihadista checheno que había matado dos semanas antes en una localidad de la región de París al profesor de historia Samuel Paty.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista francesa, que abrió formalmente este viernes una investigación judicial, explicó en un comunicado que el terrorista de Niza, un tunecino de 21 años identificado como Brahim Aouissaoui, también guardaba en su móvil, además de la foto de Abdoullakh Anzorov, otras imágenes relativas al Estado Islámico.

En la investigación de ese teléfono se encontró igualmente una grabación en la que Aouissaoui hablaba de Francia como un "país de infieles".

Los investigadores detuvieron en los días siguientes a once personas para interrogarlas y aclarar su presunta complicidad con el autor, pero todas quedaron en libertad sin cargos, precisó el comunicado.

Entre ellas había dos hombres que estuvieron en contacto con él en Niza y otros tres relacionados con su tránsito entre Túnez y Francia.

La Fiscalía reconoció que por ahora no se ha podido determinar si tuvo algún cómplice para cometer su ataque.

El autor del atentado fue reducido a tiros por agentes de la policía municipal de Niza en el interior de la iglesia, y desde entonces ha estado hospitalizado y se encuentra todavía en estado grave, lo que ha impedido tomarle declaración.

Se sabe que salió de Túnez el 19 de septiembre en una embarcación con otros inmigrantes que trataban de entrar clandestinamente en Europa y al día siguiente llegaron a la isla italiana de Lampedusa, donde las autoridades los pusieron en cuarentena en un barco.

El 9 de octubre, Aouissaoui fue desembarcado en el puerto de Bari, en la península italiana, y quedó en libertad, pero con la obligación de salir del país.

En las semanas siguientes se ha acreditado su presencia en Sicilia, entre el 12 y el 26 de octubre, y en Roma el 27 de octubre. También se ha podido verificar que estaba en la estación ferroviaria de Niza a última hora de ese mismo día.

El 29 de octubre, antes de penetrar en la iglesia en la que cometió la masacre con un cuchillo de grandes dimensiones, estuvo en una mezquita a pocos minutos de allí.

Los investigadores franceses han lanzado procedimientos para solicitar la cooperación de la Justicia italiana y tunecina.

Tras el atentado, Francia ha decidido duplicar el número de agentes (de 2.400 a 4.800) que vigilan sus fronteras, y el presidente, Emmanuel Macron, ha anunciado que quiere reformar en profundidad el Tratado de Schengen para que se refuercen los controles en las fronteras exteriores de la Unión Europea.

El objetivo de esa reforma es luchar contra la inmigración irregular y evitar que los flujos de clandestinos sean utilizados por terroristas.