La Unión Europea (UE) y el Reino Unido reanudarán este fin de semana en Londres de forma presencial las negociaciones sobre su relación tras el Brexit, después de que el equipo comunitario permaneciera en cuarentena por un contacto con un caso positivo de coronavirus.

"Viajando a Londres esta tarde para continuar las conversaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido con (el negociador británico) David Frost y su equipo", escribió el negociador de la UE, Michel Barnier, en su perfil de la red social Twitter. Añadió que "en línea con las normas belgas", su equipo y él mismo ya no están en cuarentena, por lo que "las negociaciones presenciales pueden continuar".

El jueves de la semana pasada, Barnier informó de que un miembro de su equipo se había contagiado de coronavirus, lo que llevó a suspender el diálogo presencial entre Londres y Bruselas de manera temporal. De todas formas, los contactos técnicos y mediante videoconferencia han proseguido.

En el mismo mensaje de Twitter precisó este viernes que persisten "las mismas divergencias significativas", es decir, las relativas a las garantías para asegurar la competencia justa entre empresas británicas y comunitarias, a la pesca y a los mecanismos para resolver disputas sobre el futuro acuerdo. Esos tres puntos son clave para el éxito de la negociación.

Barnier agregó que está informando a los Estados miembros y al Parlamento Europeo sobre el desarrollo de las conversaciones. Como parte de sus contactos habituales con los países, también hablará este viernes con los ministros de pesca de algunos Estados miembros.

Fuentes comunitarias indicaron a Efe que durante el intercambio de impresiones que mantuvo hoy con los embajadores de los Veintisiete, Barnier insistió en que, en el ámbito de la pesca, el Reino Unido sigue bloqueando una solución a largo plazo y pide negociar las cuotas cada año, algo a lo que se opone Bruselas.

Sobre las garantías de competencia, el negociador repitió que los Veintisiete quieren mecanismos "creíbles y aplicables". Barnier también mostró "un poco de resistencia" a que la Comisión Europea publique ya los planes de contingencia y de preparación en caso de que no se logre un acuerdo, y subrayó que él está trabajando para conseguir un pacto, de acuerdo con las fuentes.

Sobre la naturaleza jurídica del acuerdo, que determina si solo lo ratifica la Eurocámara o también los parlamentos nacionales, la mayoría de embajadores de los Veintisiete se mostró dispuesta a aceptar un pacto en el que las cámaras de los países no se tengan que pronunciar, como recomienda la Comisión.

Sin embargo, afirmaron que si finalmente solo se pronuncia el Parlamento Europeo, deberá quedar claro que no se sienta un precedente y solo se utiliza en el caso de este acuerdo particular, que si se alcanza, deberá haber quedado ratificado antes del 1 de enero, en un plazo de cinco semanas. También pidieron "una explicación legal" que los Estados miembros puedan presentar ante sus Parlamentos sobre los motivos por los que solo la Eurocámara participa en la ratificación.

En cuanto a los planes de contingencia, hubo "una petición bastante fuerte" de "casi todos los Estados miembros" para pedir a la Comisión su publicación, según las fuentes.

La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, dijo el pasado día 25 ante la Eurocámara que no podía asegurar en ese momento si habría acuerdo con el Gobierno británico. "Estos son días decisivos para nuestras negociaciones con el Reino Unido pero, francamente, hoy no puedo asegurar que al final habrá un acuerdo", señaló.

La legislación comunitaria dejará de aplicarse en territorio británico el próximo 1 de enero, cuando el Reino Unido quedará convertido de manera definitiva en un país tercero. El acuerdo sobre la futura relación entre Bruselas y Londres debe concluirse antes de esa fecha para que se pueda realizar la ratificación parlamentaria en el Reino Unido y la Unión Europea, de modo que el pacto entre en vigor el 1 de enero de 2021.