Al menos 42 personas han muerto y 637 han resultado heridas a raíz del terremoto de magnitud 6,2 y a poca profundidad que azotó este viernes la isla de Célebes, en la región central del archipiélago indonesio, conforme al último recuento oficial.

Además unas 15.000 personas se encuentran refugiadas en la decena de centros de evacuación habilitados por las autoridades, quienes alertan sobre el peligro de fuertes réplicas.

Entre los heridos, 189 se encuentran hospitalizados con pronóstico grave, según un comunicado difundido este sábado por la agencia de gestión de desastres (BNPB), que precisa que aún se encuentra recolectando datos sobre víctimas y afectados.

Durante la mañana de hoy un movimiento telúrico de magnitud 5 en la región ha causado el pánico entre los habitantes de las ciudades de Mamuju y Majene, las más afectadas por el seísmo del viernes.

"BNPB pide a las personas que viven en áreas montañosas que estén al tanto de deslizamientos de tierra y rocas. Además, a quienes vivan en áreas costeras que permanezcan siempre alerta y se mantengan alejados de la playa de inmediato si sienten una réplica", recomienda la agencia ante potenciales aludes o un tsunami.

Los equipos de rescate, que sospechan que varias personas continúan atrapadas entre los escombros de los centenares de edificios derruidos, todavía no han precisado un posible número de desaparecidos.

El seísmo, que ocurrió de madrugada, sorprendió durmiendo a los habitantes y ha causado extensos daños en una decena de poblaciones de la zona.

El operativo de emergencia ha logrado restablecer el suministro eléctrico y las comunicaciones en parte de la región, y ha conseguido despejar al menos tres tramos de carretera cortados por corrimientos de tierra que dificultaban la llegada de ayuda.

Los equipos también se centran en arreglar un puente destruido por el fuerte temblor, que duró entre 5 y 7 segundos, lo que permitiría la llegada de la necesaria maquinaria pesada para las tareas de auxilio.

En septiembre de 2018 un terremoto de magnitud 7,5 sacudió la isla de Célebes y originó un tsunami que causó más de 2.000 muertos y 200.000 desplazados en las poblaciones de Palu y Donggala.

Indonesia se asienta sobre el llamado "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.